El oficio del periodismo

Lois Blanco PRIMERA LÍNEA

OPINIÓN

04 ene 2012 . Actualizado a las 19:43 h.

H oy, 4 de enero del 2012, La Voz de Galicia no publica que murió Fidel Castro, que es lo que ayer creyeron millones de personas por un bulo difundido en las redes sociales. La Voz lo publicará cuando ocurra. Como ha hecho siempre.

La revolución de las telecomunicaciones, de las relaciones telemáticas, del mundo al alcance de un clic, continuará sorprendiéndonos y cambiándonos la vida cada mañana. Pero también cada mañana será necesario que nos expliquen los hechos que ocurren cabeceras como La Voz, dedicada al ejercicio honesto del oficio del periodismo desde hace más de un siglo. En mi caso, puedo dar fe de ello: diez años como lector novel y más de veinte como empleado, cuando para confirmar una noticia con una fuente había que ir a buscarla al lugar en el que echaba la partida o esperar a que llegase a casa a cenar para localizarla en el teléfono fijo, que otro no había.

Como el futuro solo pertenece a los que evolucionan y se adaptan, La Voz estrena en su 130 aniversario la mejor planta de impresión del momento y una plataforma digital para contar lo que ocurre con la inmediatez que exige la nueva era, con veracidad y bajo los postulados editoriales y de independencia que han convertido a esta cabecera en uno de los contados símbolos de identidad colectiva de los gallegos, mal que pese a otros.

Cuando el país salga del abismo económico en el que está metido dando vueltas como un trompo, La Voz estará allí para contarlo en cualquier soporte. Además, estará en disposición de hacerlo tan bien como nadie por la ventaja competitiva que le otorga el que su editor y propietario haya apostado por la renovación tecnológica de la impresión y por las plataformas digitales en plena tempestad económica.

El 130 aniversario de una cabecera que lleva grabado en rojo el nombre de su denominación de origen y su razón de ser coincide también con el treinta cumpleaños de la creación de las ediciones locales del periódico en Vilagarcía, Barbanza, Carballo y A Mariña. Durante lustros, La Voz ha ido tejiendo lazos de proximidad con sus lectores a través de sus trece ediciones, al tiempo que ha creado una conciencia de país y de territorio, de identidad en definitiva, a través de la defensa de intereses colectivos, a riesgo algunas veces de ser incomprendida.

Colocarse en la vanguardia de la innovación no impedirá que el periódico de mañana o el de pasado siga siendo el mismo: comprometido con sus lectores e independiente porque su editor, Santiago Rey Fernández-Latorre, es el primero en ejercer con honestidad el oficio del periodismo.