A PUNTO de recibir el nuevo año, parece que todo sube, para bien y para mal. Para bien repunta la Bolsa, crece la economía... Todo pasado ya. Para mal, se incrementa el euríbor, aumenta el endeudamiento de las familias, se encarecen los peajes, la bombona de butano, la luz... Todo por delante todavía, pendiente de afrontar. El consuelo es que las previsiones oficiales son optimistas y aseguran que el largo período de bonanza económica se mantendrá durante los próximos ejercicios. Galicia tiene por delante el desafío de mantener y aumentar el ritmo. Porque la única forma de que las familias puedan pagar las subidas de la hipoteca, la luz y el butano es que la economía siga creciendo y el empleo mejorando, no sólo en cantidad sino también en calidad.