TODO lo que sigue se bailó. ¿Cómo no nos va a mover un simple te quiero? Recuerdan a Sergio Dalma: «El predictor se pinta de rosa en tu cuarto de baño, Ave Lucía, y te dice que vas a ser madre a finales de mayo». O «Pajaritos a bailar, cuando acabas de nacer tu colita has de mover». O «Quisiera ser un pez para tocar mi nariz en tu pecera, y hacer burbujas de amor por donde quiera». Y Bisbal: «Ave María, cuándo serás mía. Si me quisieras, todo te daría. Ave María, cuándo serás mía». ¿Qué me dicen de la del verano pasado: «Bate que bate, chocolate, bate que bate, bate que bate que bate chocolate. Ma-yo-ne-sa, ella me bate como haciendo mayonesa». En el reggaeton tan de moda hay todo un filón: «Zumbale mambo pa' que mis gatas prendan los motores... A ella le gusta la gasolina. (Dame más gasolina!). Cómo le encanta la gasolina. (Dame más gasolina!)». Y haciendo Historia los cero puntos de Eurovisión de Remedios Amaya: «¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva me lleva? ¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva, que allí me lleva? Las trenzas de tu madre, anda y dime quién. Que dime quién se las peina». Estas letras en el país de Quevedo, Cervantes, Valle. Sin comentarios. cesar.casal@lavoz.es