13 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

LA INGENUIDAD de Pachi Vázquez resulta alarmante. El socialista ourensano lleva varios días dando la murga con denuncias de enchufismo y nepotismo del PP en la provincia. Tratando de descubrir las vergüenzas. Y sólo ha sido capaz de levantar 296 casos. Una miseria. Y no sólo eso, además, va y le pide a Fraga que acuda al juzgado y que diga si lo que él denuncia es falso. Pachi Vázquez es tan ingenuo que desconoce el territorio en el que se mueve. El enchufismo no sólo existe en Ourense. Se practica con destreza, y extraordinarios resultados por cierto, en Camerún, Burundi, Ruanda, Malawi, Tanzania, Zambia, Tuvalu, Lugo, Gerona y Cáceres, por citar sólo algunos casos. Y nadie pierde el tiempo en contar las esposas, hijos, cuñados, primos, allegados, amigos y demás cofrades que se están beneficiando de una posición de privilegio de sus allegados. Las cosas son como son y no hay que darles más vueltas. Lo que tiene que hacer el socialista ourensano es dejarse de denuncias, que no conducen a nada, y proponer la creación de una escuela de raposería en la provincia. Y comprender a los populares que son gentes que tienen un elevado concepto de la protección de la familia; que hacen enormes esfuerzos para que las listas del paro no sigan creciendo, y que, desde luego, tienen libertad absoluta para elegir a los capataces de sus fincas privadas. O lo que es lo mismo, para vivir en Ourense tiene que tener más sentido del humor. Porque Pachi Vázquez es tan inocente que cree que retándolo, Fraga va a poner coto a esta situación. Pachi Vázquez es tan candoroso que piensa que con estas actuaciones se está contaminando el sistema democrático. Otro gran error. La democracia quedó contaminada el mismo día que José Luis Baltar y sus pajes, escuderos y donceles entraron en ella.