Andrés Neuman: «Me faltan centímetros para ser un gran autor»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Andrés Neuman presentó su «Hablar solos» en el Ágora de A Coruña, dentro del ciclo Libros en directo

19 dic 2012 . Actualizado a las 11:22 h.

No acepta que le califiquen como gran autor: «Me temo que me faltan centímetros para eso. Mido metro setenta, lo que no es gran cosa», ironiza Andrés Neuman, que ayer participó en los debates literarios pertenecientes al ciclo Libros en directo, en el Ágora de A Coruña. Interrogado por el también escritor Pedro Ramos, Neuman analizó su última obra, Hablar solos, que definió así: «Una historia de carretera con tras voces: un personaje que piensa, otro que habla en voz alta y otro que escribe, que son las formas que tenemos para hablar con nosotros mismos. Ah, y con mucho sexo. Quizá debería haber empezado por ahí», descubrió el autor de origen argentino en Radio Voz antes del encuentro con sus lectores. Un libro sobre cuidar a un ser querido, «la novela que merecen los cuidadores, protagonistas ocultos de la enfermedad», según la describió Neuman.

El joven escritor nacido en 1977, alabado tanto por la crítica como por compañeros de profesión, reconoció haber «cometido» tanto poesía como narrativa debido a una curiosidad insaciable: «La escritura es lo contrario a la fórmula. Me gusta hacer libros muy distintos entre sí, navegar entre géneros y a través de sus fronteras. Me interesa la narrativa que es capaz de ser poética, que no cursi, y la poesía capaz de contar historias y crear personajes».

Y para arrancar esas historias de la cotidianeidad, cuenta con una única arma: «La observación es fundamental. Me gusta la idea de que el escritor trabaja 24 horas al día, y a veces ninguna. La observación vuelve más intensa a la vida, de modo que la realidad se torna en una especie de gran libro que leemos entre todos», explicó Neuman.

Entusiasmado con la tromba de agua con la que le recibió la ciudad herculina -«parece un plan de fomento a la lectura, una maniobra de la industria editorial para que la gente no salga de casa y se quede leyendo», aseguró-, animó a ser críticos con las corrientes de opinión que encumbran a los autores: «El tamaño literario ha de ser fruto de nuestras conclusiones al leerlo, sin pudor para decir que no nos gusta», sentenció.