-¿Influye conocer la zona?
-Influye, sí, pero lo que más afecta es emocionalmente. Das un plus. En mi vida había pasado por esas carreteras. Y lo que entrenas, con lluvia como la de Noia, no vale para mucho. En las segundas pasadas, tras 150 coches, las curvas están destrozadas. Hay que improvisar bastante. Y a mí me gusta improvisar.
-¿No piensa en saltar al Nacional?
-No. Alguna prueba suelta, si acaso. Ya lo corrí diez años. Ahora estoy muy cómodo en Galicia. Estoy disfrutando como nunca, los rivales son duros y quiero ganar el tercero autonómico consecutivo.
-¿Cómo afronta el Rías Baixas, el 18 de mayo?
-Intentaré ponerle las cosas difíciles a Alberto Meira, darle guerra. Pero los que tienen un abandono, como solo se descarta un resultado, no pueden fallar más. Ya deben echar mano de la calculadora.
-Vaya que comienzan pronto con la calculadora...
-Hay que tenerla siempre a mano.