Laura Gonçalves: «Hacemos que recargar un vehículo sea tan fácil como cargar un móvil»

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Responsable de Powerdot en España, considera que los 32.200 puntos de recarga de acceso público disponibles en el territorio nacional son suficientes para cumplir con la demanda actual. Su compañía, centrada en la instalación de cargadores en espacios comerciales, ofrece una solución que incluye inversión, instalación, mantenimiento y atención al cliente

09 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La infraestructura de puntos de recarga es una de las debilidades que lastran la adopción del coche eléctrico en España, que en este aspecto se encuentra mucho más retrasado que Portugal. Precisamente, en el país vecino se fundó en el 2018 Powerdot, que actualmente cuenta con más de 14.500 puntos de carga contratados y 5.000 operativos en seis países europeos. Laura Gonçalves, general mánager para España, explica la evolución de la compañía, que ofrece una solución «llave en mano» en espacios públicos para que el proceso de recarga sea fácil y accesible.

¿Por qué está tan atrasada la red de infraestructura de puntos de carga en España?

En España, la situación actual de atraso se debe a un conjunto de factores, entre los que podemos destacar una burocracia lenta y procesos administrativos complicados. Los trámites para ampliar la red de estaciones de recarga suelen alargar los tiempos de planificación y aprobación de los proyectos, por lo que se produce una ralentización en la implementación de nuevos puntos de carga. Además, aunque se han aprobado iniciativas como el Plan Moves para promover la movilidad sostenible, su efectividad es limitada debido a restricciones presupuestarias y a trabas en el acceso a los fondos disponibles. Todo ello puede desincentivar a las empresas y a las entidades locales a invertir en nuevas infraestructuras de carga. Otro aspecto destacable es la falta de una estrategia nacional integral que aborde, de manera efectiva, los desafíos relacionados con la adopción masiva de vehículos eléctricos. La coordinación entre el Gobierno central, las comunidades autónomas y los municipios es fundamental para impulsar la expansión de la red de puntos de carga de manera eficiente y sostenible.

Y si España va por detrás, Galicia en concreto todavía está más a la cola. ¿Hay algún cargador de Powerdot en nuestra comunidad?

Nuestra red en Galicia, tiene un total de seis puntos de recarga activos repartidos en dos estaciones, ubicadas en Sanxenxo y en Ourense. El año pasado, ambas estaciones consiguieron ahorrar 6.352 toneladas de CO2, lo que equivale a plantar 20 árboles. Adicionalmente, contamos con otras tres ubicaciones en proceso de instalación.

Powerdot ha apostado por la instalación de cargadores en espacios de acceso público: centros comerciales, supermercados, restaurantes, hoteles, tiendas. ¿Por qué?

Nos hemos centrado en la instalación de cargadores en espacios comerciales para democratizar el acceso a los coches eléctricos y a una movilidad sostenible, facilitando la carga en zonas concurridas y visitadas a diario, como centros comerciales u hoteles, entre otras. Este enfoque, conocido como destination charging, busca integrar la carga de vehículos eléctricos en la vida cotidiana de las personas, haciendo que recargar un vehículo sea tan fácil como cargar un móvil. Para que esto sea posible y siga aumentando el número de puntos de carga ofrecemos una solución integral «llave en mano», mediante la cual nos encargamos de todo el proceso necesario para operar una estación de recarga: la inversión, instalación, mantenimiento e, incluso, la atención al cliente.

¿No les interesa el mercado de particulares, viviendas unifamiliares, garajes colectivos...?

Nuestra estrategia se centra únicamente en operar puntos de recarga en espacios retail de acceso público, a excepción de nuestro acuerdo con Galp, firmado el año pasado, en el que acordamos instalar 155 puntos de recarga en sus estaciones de servicio de las carreteras españolas.

¿En qué consiste el concepto de carga en destino?

La estrategia de carga en destino implica la instalación de puntos de recarga en lugares frecuentados por las personas en su rutina diaria, como centros comerciales, supermercados, restaurantes, hoteles y gimnasios, entre otros. De esta manera, nos adaptamos a los hábitos de los consumidores, eligiendo ubicaciones donde suelen pasar tiempo, lo que permite cargar los vehículos de manera conveniente y eficiente mientras están estacionados. Este enfoque busca hacer que el proceso de recarga sea más accesible y amigable para los usuarios.

¿Cuál es la potencia media de los cargadores que instalan?

En España, la infraestructura de carga de Powerdot está mayoritariamente equipada con tecnología de carga rápida o ultrarrápida, lo que implica que pueden cargar hasta el 80 % de la energía de la batería de un vehículo en 20 minutos. Los cargadores tienen capacidades de entre 7,5 kW y 150 kW, lo que les permite adaptarse a las necesidades específicas de cada ubicación. Por ejemplo, sabiendo que de media una persona pasa entre una y dos horas en un centro comercial, instalaremos cargadores de carga semi lenta en mayor medida y también rápida, pero en una gasolinera, donde la gente suele parar entre 15 y 30 minutos, los cargadores serán de carga ultrarrápida.

«Los problemas de compatibilidad entre diferentes sistemas de carga y sus aplicaciones limitan los viajes de larga distancia en coches eléctricos»

¿La recarga continuada a alta potencia perjudica la vida útil de las baterías?

Aunque la recarga a alta potencia puede afectar la durabilidad de las baterías, la tecnología de gestión de batería de los vehículos eléctricos minimiza el impacto con estrategias como la gestión térmica y la optimización de la corriente de carga. Nuestros cargadores son compatibles con todos los vehículos eléctricos, independientemente de su marca o modelo, y están concebidos para ofrecer una recarga eficiente y segura. Están equipados con sistemas de monitoreo y protección que aseguran la integridad de las baterías y la seguridad de los usuarios durante todo el proceso de carga. Es relevante destacar cómo el sector continúa innovando y progresando para prolongar la durabilidad de las baterías, garantizando así un rendimiento óptimo a largo plazo.

La adopción del coche eléctrico va muy lenta (5 % en España). ¿A qué lo atribuye: precio de los coches, baja autonomía, consumo elevado en autopista, ¿vida útil de las baterías limitada...?

La adopción del coche eléctrico en España es más lenta que la europea, con solo un 5,4 % de penetración en el mercado. De todas formas, la tendencia en lo que respecta a nuevas matriculaciones es alcista. En 2023 el 12 % de los turismos matriculados fueron eléctricos, lo que supone un 2 % más que en el año anterior. Los motivos por lo que el avance en España es más lento que el de la media europea son diversos. Podemos hablar por ejemplo del precio de los vehículos, de la baja autonomía percibida, el escepticismo de los conductores y otros factores; la infraestructura de carga ha mejorado considerablemente, demostrando ser más que suficiente actualmente. Sin embargo, el principal desafío ahora radica en la interoperabilidad de esta infraestructura: a pesar de su expansión, los problemas de compatibilidad entre diferentes sistemas de carga y sus aplicaciones dificultan la experiencia del usuario y limitan la conveniencia de los viajes de larga distancia en coches eléctricos. Abordar este reto requerirá una mayor cooperación entre los actores del sector y estándares comunes que promuevan la compatibilidad de los diferentes tipos de conectores y protocolos de carga.

¿Aguantará la red eléctrica un parque automovilístico de millones de vehículos eléctricos?

La capacidad de la red eléctrica española para gestionar millones de vehículos eléctricos está condicionada por múltiples aspectos. En primer lugar, hay que evaluar si la infraestructura actual puede manejar la carga adicional, tanto para generar energía como distribuirla eficientemente. Por otra parte, debemos considerar cómo la carga y la demanda eléctrica podrían variar, especialmente durante las horas punta, lo que podría requerir mejoras en la infraestructura existente. Es esencial integrar fuentes de energía renovable para garantizar que el aumento de la demanda sea sostenible a largo plazo. Además, necesitamos continuar expandiendo la infraestructura de carga y adoptar tecnologías inteligentes para administrar la carga de manera eficiente. Por último, las políticas públicas que fomenten la adopción de vehículos eléctricos y promuevan la infraestructura de carga son fundamentales para facilitar esta transición. Con una planificación cuidadosa y las inversiones adecuadas, la red eléctrica española podría adaptarse para satisfacer la creciente demanda de energía de manera sostenible y eficiente en un futuro con un gran número de vehículos eléctricos. Hoy en día podemos afirmar que los 32.200 puntos de recarga de acceso público disponibles en el territorio nacional, según datos de AEDIVE, son suficientes para cumplir con la demanda actual.

¿Puede el coche de pila de combustible de hidrógeno ser una alternativa al movido por baterías de ion-litio?

Los vehículos de pila de combustible de hidrógeno representan una alternativa viable a los de baterías de ion-litio, especialmente para aplicaciones donde la autonomía y el tiempo de recarga son críticos. La tecnología de pila de combustible ofrece tiempos de recarga más rápidos y una mayor autonomía que las baterías de ion-litio, especialmente adecuados para vehículos que necesitan largos períodos de funcionamiento continuo, como camiones de larga distancia o vehículos comerciales pesados. Sin embargo, el desarrollo de la infraestructura de hidrógeno es clave para su adopción masiva. Actualmente, la red de estaciones de servicio de hidrógeno es limitada en comparación con la red de estaciones de carga eléctrica, lo que dificulta la accesibilidad y conveniencia para los usuarios de vehículos de hidrógeno. Para que estos vehículos se conviertan en una opción viable a nivel mundial se necesita una inversión significativa en la expansión de la infraestructura de hidrógeno, incluida la construcción de más estaciones de servicio y la implementación de tecnologías de producción y almacenamiento más eficientes y sostenibles. Es importante destacar que esta alternativa está en una fase muy inicial en comparación con el vehículo eléctrico actual, y su viabilidad a futuro depende, en gran medida, de los avances en la infraestructura y la tecnología.