¿Debemos comprar letras del Tesoro?

Ivonne Pousa

MERCADOS

Decenas de personas hacían cola en febrero del pasado año en el Banco de España, en Madrid, para contratar Letras del Tesoro
Decenas de personas hacían cola en febrero del pasado año en el Banco de España, en Madrid, para contratar Letras del Tesoro Carlos Luján | EUROPAPRESS

No hay productos o herramientas buenas o malas: existen estrategias para unos objetivos en un plazo determinado y otras destinadas a otros fines; dejarse llevar por las tendencias sociales y los productos de moda, e invertir ahí todo el ahorro, conlleva un riesgo enorme

26 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Estos días hemos asistido por televisión a una imagen que a todos nos ha parecido propia de otro tiempo: una cola de personas a las puertas del Banco de España esperando para comprar letras del Tesoro. Y nos ha llamado la atención porque no suele ser habitual que la ciudadanía tome una decisión de inversión como esta. ¿Por qué está· ocurriendo? Sin duda, nos encontramos en un momento en que los ahorradores están buscando opciones de rentabilidad que habitualmente hallaban en los depósitos y que ahora resulta más complicado de encontrar. Efectivamente, a pesar de las repetidas subidas de tipos aprobadas por el Banco Central Europeo, las rentabilidades de los depósitos siguen siendo mínimas. Y hay un perfil de ahorradores, tradicionalmente conservadores, que siempre se han encontrado cómodos en los depósitos y que ahora ven en las letras del Tesoro ese espacio de rentabilidad con poco riesgo en el que se encuentran satisfechos. 

La renta fija, otro producto habitual para los perfiles más conservadores, también les ha jugado una mala pasada en el 2022, con caídas no esperadas que han sorprendido a todos aquellos que siguen pensando que la renta fija es una inversión garantizada o un activo exento de volatilidad. Lo recordaba hace poco en un artículo nuestro compañero Mario Rappanello, responsable de Tesorería en Banco Mediolanum: «Hace años que pienso que uno de los principales problemas de la renta fija es su nombre, o mejor dicho su apellido: ‘fija'. Aunque es mucho menos habitual —recuerda Rappanello en su análisis—, puede incluso llegar a vivir momentos de rentabilidades negativas, como hemos visto en el 2022, cuando se han producido incluso casos de pérdidas de más del 10% de su valor. Algo a lo que no estamos acostumbrados y que ha sorprendido a muchos profesionales y, sobre todo, que ha causado una gran inquietud en muchos ahorradores, especialmente los de perfil más conservador».

Como afirma el responsable de Tesorería, la renta fija «es un activo relativamente previsible en su comportamiento, con una volatilidad relativamente moderada y un comportamiento más bien ‘aburrido', por lo que normalmente se ha utilizado como la parte más conservadora en las planificaciones financieras». Como dice Rappanello, «es un elemento fundamental en esa planificación para compensar a otros activos muchísimo más volátiles e ‘imprevisibles'».

Sin depósitos que ofrezcan una remuneración medianamente interesante y sin la tranquilidad que antes aportaba la renta fija, un amplio sector de ahorradores ha buscado ahora en las letras del Tesoro el refugio para su dinero, a la espera de que surjan nuevas oportunidades. De ahí las enormes colas ante la puerta del Banco de España para depositar los ahorros; nos encontramos ante un efecto llamada producido, supongo, por el boca a boca en un primer momento y que, gracias a su difusión a través de los medios de comunicación, ha alcanzado la masa necesaria para convertirse en una pregunta recurrente a los asesores financieros. ¿Tendría que comprar letras del Tesoro? Es la pregunta que últimamente me lanza con insistencia todo el que a mi alrededor tiene algunos ahorros. Y la respuesta no puede ser más ambigua: pues depende.

Depende como siempre de para qué vamos a destinar el dinero y depende de cuándo lo vamos a necesitar. Como siempre me habrán escuchado explicar, no hay productos o herramientas financieras buenas o malas, existen herramientas adecuadas para unos objetivos en un plazo determinado y otras destinadas a otros objetivos y plazos diferentes. De ahí que lo importante siempre, antes de poner en marcha una buena estrategia financiera, es contar a nuestro asesor cuáles son los objetivos que tenemos en la familia, en qué espacio temporal esperamos conseguirlos y, ahora sí, una vez que tenemos la información precisa, utilizar las herramientas adecuadas que nos permitan conseguir el dinero que necesitamos para cambiar el coche, para la universidad de nuestros hijos o para ese complemento que necesitamos en la jubilación.

Como también me habrán escuchado decir ante otras modas anteriores como el oro o las criptomonedas, lo que resulta un riesgo elevado es dejarse llevar por las tendencias sociales e invertir todos nuestros ahorros en el producto del momento. Puede ser una buena opción apostar por las letras del Tesoro siempre que se invierta una parte de nuestros ahorros, aquella parte de nuestra cartera que responda a criterios más conservadores.

Además, también hay que decir que se pueden comprar letras del Tesoro, no directamente, sino a través de los fondos de inversión. Estos instrumentos nos permiten una mayor diversificación entre los tipos de letras, los plazos y los horizontes temporales, además de que así obtenemos la liquidez que puede permitirnos rescatar total o parcialmente nuestro dinero, en caso de que fuese necesario hacerlo.

Por lo tanto, me gustaría finalizar este análisis recordando que la renta fija, la renta variable, las letras del Tesoro, las acciones en bolsa, la inversión en oro o incluso la inversión inmobiliaria no son, por sí mismos, ni buenos ni malos. Lo más importante siempre es contar con un buen asesor financiero que sea capaz de establecer unos objetivos financieros determinados para cada caso y, ahora sí, utilizar los productos más convenientes, de forma que esos objetivos de hoy se conviertan en las realidades del mañana.

Ivonne Pousa es responsable de Banco Mediolanum en la Zona Norte de España.