Fin del teletrabajo para el funcionario

Juan Francisco Alonso LONDRES

MERCADOS

ANDY RAIN | EFE

Boris Johnson ha pedido a los ministros que insten a los trabajadores a volver a sus oficinas lo más rápido posible para convivir con el coronavirus y reactivar el transporte y el consumo

24 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

 Los números de contagios y de muertes causadas por el covid-19 caen en el Reino Unido. En Semana Santa, las autoridades británicas informaron de 127.825 nuevos infectados y 695 muertes más, lo que supone una reducción del 41,5 % y del 46,6 %, respectivamente, en relación a la semana anterior; ante este panorama, el Gobierno de Boris Johnson ha decidido dar otro paso en su plan para «convivir» con el coronavirus. El Ejecutivo quiere dar carpetazo al teletrabajo dentro de la Administración del Estado y ha instalado a los funcionarios a que vuelvan cuanto antes a sus oficinas.

El regreso a la rutina que había antes de la pandemia lo anunció el ministro para las Oportunidades del Brexit y para la Eficiencia, Jacob Rees-Mogg, quien en una carta a sus colegas les instó a llamar a sus trabajadores para que dejen la comodidad de sus casas.

«Ahora que estamos aprendiendo a vivir con el covid-19 y hemos levantado todas las restricciones legales en Inglaterra, debemos continuar acelerando el regreso de los funcionarios a los edificios públicos, para aprovechar los beneficios del trabajo colaborativo cara a cara y continuar impulsando la economía», se lee en la misiva, fechada el pasado 13 de abril.

En la carta, Rees-Mogg también informa que a la sede del Ministerio de Educación solo estaban acudiendo una cuarta parte de su personal cada día. Las cifras similares registraron los despachos de Trabajo y Pensiones (27 %) y en los de Exteriores, Commonwealth y Desarrollo (31 %). En cambio, en los de Comercio Internacional se registró la mejor asistencia, con un nivel de presencialidad en las oficinas del 73 %. El anuncio ha desencadenado un firme rechazo desde los sindicatos, que no solo califican la decisión como una «venganza», sino que además advierten de que podría afectar a la eficiencia del aparato burocrático. «No hay razón para esta medida. Los ministros no pueden señalar pérdidas de productividad», afirmó Dave Penman, secretario general de la Federación de Trabajadores Públicos (FDA). «El sector privado ha adoptado el trabajo híbrido, reconociendo las eficiencias que ofrece y la ventaja competitiva que brinda a los empleadores. Sin embargo, los ministros están obsesionados con acabar con el trabajo flexible, lo que cada vez más parece una venganza».

Desde Downing Street, por su parte, niegan esta lectura y tampoco consideran que quienes se conectan a distancia en realidad no están trabajando, pero advierten de que hay que justificar la existencia de las numerosas oficinas físicas públicas. «El primer ministro siente que es importante que hagamos el mejor uso de las sedes físicas que son financiadas por los contribuyentes», agregó el portavoz gubernamental al diario The Guardian. A finales del año pasado, la aparición de la cepa Ómicron obligó al Gobierno a permitir, a regañadientes, a sus trabajadores retomar el trabajo remoto. Las autoridades, no obstante, ven en esta tendencia más perjuicios que beneficios, pues consideran que la misma puede afectar a la economía a largo plazo. ¿La razón? Menos desplazamientos de personas implican menos gasto en transporte, en alimentación y hacen difícil de justificar miles y miles de metros de oficinas en ciudades como Londres, las cuales indirectamente emplean a miles de personas más.