El bum de la visión artificial en Italia

Valentina Saini

MERCADOS

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Esta rama industrial emerge con fuerza para dar soporte tecnológico a la moda o la robótica, actividades en las que el país transalpino ha consolidado su liderazgo europeo

06 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Está surgiendo una nueva industria en el mundo, cuyo valor hace un par de años era de unos 9.000 millones de dólares, y que dentro de ocho, según las estimaciones, se multiplicará por cuatro. Se trata de la visión artificial, una tecnología fundamental en sectores como la automoción, la robótica, la agricultura de nueva generación y el textil. Los principales centros mundiales están en Silicon Valley o en Boston, dentro de Estados Unidos, y en algunas de las grandes ciudades de Extremo Oriente. Pero en Italia también está emergiendo: la visión artificial puede aumentar la competitividad de ramas como la moda o la robótica industrial, en las que el país es uno de los líderes europeos. Por eso, las empresas emergentes y las pymes especializadas se están multiplicando, desde Milán hasta Sicilia.

«La visión artificial es la rama de la informática que se ocupa de interpretar el mundo a través de la adquisición de secuencias de imágenes», explica Christian Micheloni, catedrático de informática de la Universidad de Udine, al nordeste de Italia. «Puede utilizarse en cualquier contexto en el que los humanos utilicemos nuestra visión, nuestros ojos, para percibir el entorno. Pensemos en los robots que se mueven en las empresas y fábricas, o en los vehículos que se conducen solos».

La industria manufacturera italiana utiliza la visión artificial «desde hace unos veinte años», recuerda este académico. «Para el control de calidad, para automatizar los procesos de ensamblaje o incluso de almacenamiento de mercancías, etc». El sector evoluciona muy rápidamente, y muchas de las startups y pymes italianas del sector tienen su sede cerca de centros de investigación y universidades que trabajan en visión e inteligencia artificial: entre los ejemplos, destaca una empresa especializada en cámaras para instalar en drones, y la que desarrolla tecnologías para que los robots entiendan si una manzana está madura, y entonces la recojan, o no.

En Milán, está la startup Argo Vision. Fundada en 2016, fue adquirida en 2020 por el grupo Marchesini, especializado en la producción de robots y líneas industriales. Alessandro Ferrari, 38 años, es su cofundador y director general. «Desarrollamos algoritmos de inteligencia artificial centrados en la visión artificial. Se trata de algoritmos neuronales y preneuronales», explica. Casi todo suena extraño para cualquiera que no sea del sector, pero es gracias a estos conocimientos avanzados que Argo Vision ha podido trabajar con el extranjero, además de en Italia, desde el principio. «Junto con una empresa italiana, Agla Elettronica, hemos desarrollado uno de los sistemas de aparcamiento inteligente más avanzados del mundo. Nosotros nos ocupamos de la algoritmia y de la inteligencia artificial incorporada a los sensores instalados en los aparcamientos», y que sirven para guiar a los conductores hasta el sitio disponible más cercano, por ejemplo. «Nuestro primer proyecto fue para el control de calidad en una industria textil: desarrollamos un sistema de visión para detectar defectos, tanto métricos como visuales, en los tejidos que producía una multinacional», cuenta Ferrari. Incluso una industria tan antigua como la textil puede recibir un nuevo impulso gracias a esta tecnología.