La casa en el campo se pone de moda en Francia

Asunción Serena

MERCADOS

Dinán, Francia. Losetas en las calles del centro
Dinán, Francia. Losetas en las calles del centro suso varela

El 65 % de los franceses que buscan una vivienda prefieren que sea en una zona rural o en una ciudad de menos de 20.000 habitantes, lo que ha hecho subir los precios en esas zonas

02 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las diferentes olas de la pandemia del covid-19 y los consiguientes confinamientos que han llevado a una explosión del teletrabajo han provocado en muchos ciudadanos la necesidad de mejorar su calidad de vida, vivir en espacios más amplios, con jardines y fuera de las grandes aglomeraciones.

Este fenómeno ha tenido consecuencias en el mercado inmobiliario, donde se observa el entusiasmo de los compradores por las ciudades medias y las zonas rurales, lo que provoca a su vez cierta morosidad en el mercado inmobiliario de las grandes ciudades, donde la subida de precios parece que se estanca desde el comienzo de curso.

Según el último barómetro de la plataforma de comparación de agentes inmobiliarios MeilleursAgents, los precios tienden a la baja desde hace más de un mes en un buen número de grandes ciudades del país, como Lille, Estrasburgo, Lyon, Niza, Burdeos y Nantes.

Sin embargo, a nivel global y en lo que va de año, los precios del sector inmobiliario han crecido un 4 % en las 50 grandes ciudades de Francia, y esa tendencia al alza está mucho más presente en las zonas rurales, donde la subida es de 8,3 %.

La excepción a la regla la constituye París: en la capital el descenso de precios comenzó en el mes de agosto del 2020 y se ha visto acentuada en los últimos meses.

A lo largo del 2021, los precios de la capital francesa han bajado en torno al 1,2 %, y afecta a todo tipo de superficies, pequeñas y grandes. Esta situación no se había dado desde el 2014 en pleno ciclo bajista del sector, aunque el valor del metro cuadrado sigue siendo excepcionalmente elevado, 10.257 euros, después de experimentar una subida del 25 % en los últimos cinco años.

La presión sobre el mercado parisino se está desplazando a la «gran corona» de la capital y las provincias. Los que buscan comprar una vivienda tienen como objetivo adquirir una casa, de ahí que deban alejarse de París para colmar sus deseos. Según un sondeo reciente de Harris interactiva y la Fundación Jean Jaurès, el 65 % de las personas que buscan vivienda prefieren que sea en una zona rural o en una ciudad de menos de 20.000 habitantes. Y son el 79% de los encuestados los que expresan su preferencia por una casa como vivienda ideal. La mitad de los que viven en la Isla de Francia, la región parisina, quiere abandonar la zona e instalarse en provincias, preferentemente en Nueva Aquitania, Normandía o Bretaña. Esa tendencia se extiende al 82 % de los que viven dentro del cinturón de París.

Sin embargo, existe un desequilibrio entre los deseos de los franceses y la oferta, lo que explicaría en parte ese aumento de precios del 8,3 % desde el mes de enero en las zonas rurales, así como la disparidad entre el incremento de los precios de las casas, que han aumentado un 6,1 %, frente a los apartamentos, cuyos precios han subido un 3,2 % en el conjunto del país.

Este aumento de los valores no se debe exclusivamente a la crisis sanitaria. El creciente deseo de adquirir una vivienda también se ve impulsado por las favorables condiciones de crédito en las operaciones de compra. Los tipos de interés también son históricamente bajos , lo que empuja a aquellos que quieren hacer realidad sus sueños a dar definitivamente el paso y lanzarse a una inversión inmobiliaria.