El pub británico se aferra a la vida

Juan Francisco Alonso LONDRES

MERCADOS

NEIL HALL

Alrededor de 30.000 bares y restaurantes se encuentran al borde del cierre según los primeros datos del sector hostelero

07 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

 «Como el corazón de Inglaterra». Así se refirió ya a los pubs en el siglo XVII el político británico Samuel Pepys. Han transcurrido 400 años desde entonces, y este símbolo, que ha sobrevivido a crisis, guerras y otras pandemias, está en riesgo de desaparecer como consecuencia del confinamiento impuesto para frenar el avance del covid-19. La advertencia la hizo la Asociación Británica de Pubs y de Cerveceros (BBPA, por sus siglas en inglés), la cual indicó que unos 19.000 establecimientos, de los 47.000 existentes en el país, podrían cerrar de aquí a septiembre si no reciben ayuda del Gobierno.

Están en peligro unos 320.000 puestos de trabajo en todo el país, y el sector advierte de que las medidas puestas en marcha ahora por el Ejecutivo de Johnson, como el pago por parte del Estado de hasta el 80 % de los salarios de los trabajadores y la exoneración de impuestos, son insuficientes. «Casi la mitad de los pubs se podrían perder a menos que el Gobierno tome cartas en el asunto; por el bien de las comunidades y de la institución del pub británico, esto no puede ocurrir», advirtió Emma Clarkin, directora ejecutiva de la BBPA. La pandemia del covid-19 no ha hecho más que agravar la crisis que ya afrontaban estos establecimientos históricos. Solo entre el 2001 y el 2018, 13.685 pubs echaron el cierre, lo que equivale al 25 % del total, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS). ¿La razón? La explosiva combinación de bajas ganancias y un aumento en los impuestos y de los alquileres.

A pesar de que el pasado 10 de mayo el primer ministro Boris Johnson aseguró que su Administración aspiraba a que a partir de julio los británicos pudiesen volver a degustar una pinta de cerveza en su pub favorito, el anuncio no ha servido para despejar los nubarrones que hay en el sector. Primero, porque la reapertura vendrá acompañada de restricciones, tales como mantener la distancia de dos metros entre personas.

La BBPA ya advirtió de que, en estas condiciones, solo uno de cada cinco pubs podría retomar su actividad, y calculó que si la distancia fuera reducida a la mitad (un metro), entonces la mayoría sí estaría en condiciones de reemprender el negocio para el verano. La flexibilización de las medidas de distanciamiento social tampoco resolvería todos los problemas. «Las previsiones que manejan en la empresa en la que yo trabajo es que el negocio se reduzca un 60 %, por lo que es lógico pensar que muchos empleos se van a perder», vaticina Tito Pazos Martínez, un vecino de Ares (A Coruña) que trabaja como gerente de un pub en Londres. Los malos pronósticos son compartidos por el sector de la restauración, donde creen que unos 11.000 restaurantes y cafeterías podrían desaparecer tras el fin del confinamiento. Así lo prevé la consultora CGA AlixPartners. «La industria calcula que el número de quiebras podría oscilar entre el 10 y el 30 %, pero el desafío no solo estará en ver cómo crece la lista de víctimas, sino cuáles son los tipos de negocios más afectados y cómo iremos hacia nuevos modelos», explica Phil Tate, director ejecutivo.

efe / NEIL HALL.