Los factores

Venancio Salcines
Venancio Salcines PRESIDENTE DE EF BUSINESS SCHOOL

MERCADOS

17 mar 2019 . Actualizado a las 05:05 h.

En sus ensayos biográficos, Keynes se atrevió a definir al buen economista. A su juicio, y cito textual, «un buen economista, o simplemente competente, es una auténtica rareza. Materia fácil en la que pocos destacan. Tal vez, la paradoja encuentre su explicación en el hecho de que, en economía, el maestro debe poseer una rara combinación de dotes. Debe alcanzar un nivel elevado en distintas direcciones, combinando capacidades que, a menudo, no posee una misma persona. Debe ser, en algún modo, matemático, historiador, estadista, filósofo; manejar símbolos y hablar con palabras; contemplar lo particular bajo el prisma de lo general, abordar lo abstracto y lo concreto con el mismo vuelo de la idea. Debe estudiar el presente a la luz del pasado y con la vista puesta en el futuro. Su mirada ha de abarcar todas las partes de la naturaleza y de las instituciones humanas. Debe ser, simultáneamente, interesado y desinteresado; distanciado e incorruptible como el artista, y no obstante, a veces, tan pegado a la tierra como el político». Al escribir estas líneas tenía en mente a Alfred Marshall, referente indiscutible del pensamiento neoclásico, a finales del siglo XIX.

Marshall incorporó un factor de producción a los tres que había indicado el padre de la anterior escuela, Adam Smith. Con su aportación, la inteligencia económica arranca el siglo anterior dando como obvio que el crecimiento económico se sustenta sobre el desarrollo armónico de los factores de tierra, capital, trabajo y, el aportado por Marshall, la organización industrial. Por tanto, todo análisis de Galicia debe preguntarse si gozamos de los cuatro factores, en qué medida, y qué políticas debemos hacer para fortalecerlos. La carencia de uno de ellos te expulsa del crecimiento.

¿Y Galicia? Alguno dirá que tenemos de todos y en abundancia, lo cual es falso. La tierra, a pesar de nuestro declive demográfico, es escasa. Véanse los polígonos agroforestales, una medida brillante y que podría ser de consenso entre el PP y el PSdG que aún no ha sido capaz de salir de los armarios de la Consellería do Medio Rural ¿El suelo industrial? Solo es abundante donde nadie lo necesita, y donde se desea, o no existe o tiene un precio prohibitivo. O llegan alcaldes, y no de los antisistema, e incorporan al coste de la licencia urbanística la maquinaria industrial. Creyendo que la recaudación lo justifica todo, hasta el robo. Cuánto despiste ideológico tienen algunos. No entienden que se puede ser conservador y comunista a la vez. En Andalucía, el suelo, llegan a regalártelo y en Portugal, parecido. ¿Trabajo? Hoy hay sectores que no encuentran profesionales, y no son ni dos ni tres. Ya no hablemos de informáticos o de médicos. No tiene sentido que nuestras empresas y hospitales tengan que ir a ficharlos a otras autonomías o países, mientras aquí nuestros jóvenes no pueden acceder, por ausencia de plazas, a esas titulaciones. Presidente Feijoo, permita ya que el capital privado pueda crear en Galicia una Facultad de Medicina o de Ingeniería Informática. La defensa de lo público no puede ir en contra de los gallegos, una Administración no puede ir en contra de sus administrados ¿Capital? Necesitamos más competencia bancaria y, obviamente, aquí solo hemos de mirar a los iluminados de Madrid que opinaron que con diez bancos era suficientes ¿Organización industrial? Aquí, se respira otro aire. Presidente Feijoo felicitarle, uno de los ejes de este factor es la logística. Su apuesta, coordinada con Asturias y Castilla-La Mancha, de redefinir el corredor atlántico es digna de elogio y su lucha por tener un nuevo marco para las compañías electrointensivas, también. Tenemos mimbres. Profundice en el factor tierra y en el factor trabajo/talento, que están de su mano, y ya verá, avanzaremos y no poco. No lo digo yo, lo dice Marshall.