Datos, el valor del oro digital

J. Manuel Ordóñez Suárez VOCAL DE LA JUNTA DE GOBIERNO DEL COLEXIO OFICIAL DE ENXEÑEIROS DE TELECOMUNICACIÓN DE GALICIA

MERCADOS

MABEL RODRIGUEZ

El proceso de transformación digital, hoy más de actualidad que nunca, arrancó en realidad hace muchos años. Ocurre que las más avanzadas tecnologías asociadas a este fenómeno han abierto un vasto mundo de posibilidades que las empresas han de aprovechar para ser competitivas en un mercado cada vez más exigente. Tecnologías que parten del cultivo y explotación de una de las materias primas por excelencia de esta era: los datos, información de clientes con la que optimizar la toma de decisiones.

21 feb 2020 . Actualizado a las 13:11 h.

Llevamos ya varios años en los que vivimos inundados por conferencias, cursos, noticias… en los que se llama nuestra atención sobre el momento que estamos viviendo y al que debemos subirnos para garantizar la supervivencia de nuestra empresa: el momento de la transformación digital, la cuarta revolución industrial.

¿Pero se ha implementado esta transformación en los últimos tres, cuatro o cinco años? La digitalización de las empresas ya se había iniciado hace muchos años y, así, hemos visto etapas que se han denominado de diferente modo, pero con algo en común: conducían a dar un paso más en la digitalización de los negocios.

¿Cuál es la diferencia entonces de este momento? Es la confluencia de tres tecnologías disponibles actualmente -4G, cloud computing y big data- que han hecho que la digitalización de los negocios se acelere y que las relaciones de empresas con clientes, proveedores, empleados y la sociedad en general se transformen. Interacciones más inmediatas, en donde la información es más accesible para todo el ecosistema (la globalización), y servicios tecnológicos innovadores, que startups y pymes conjugan con grandes dosis de creatividad (frente a las grandes empresas a las que se le resiste la creatividad), están generando la aparición de nuevos modelos de negocio que hasta ahora no existían. Es la democratización de la tecnología en el mundo de la empresa.

La aldea global

Las empresas ya se habían digitalizado, y la que no lo había hecho a tiempo ha desaparecido. Los nuevos sistemas de comunicaciones entre oficinas remotas y sedes principales aceleraron la disponibilidad de la información en cualquier punto conectado con la red de la organización y ofrecieron el adecuado soporte a ERPs (enterprise resource planning), CRMs (customer relationship management) y BPMs (business process management). La conexión a Internet generalizada de consumidores y usuarios dio soporte a una nueva revolución gracias al desarrollo de las www e hizo que todas las empresas estuvieran presentes en la aldea global, accesibles por cualquiera con un acceso a la red, con mayores obligaciones de comunicación y transparencia por parte de estas (la empresa que no está en Internet no existe) y que trasladaran su relación comercial tradicional (offline) a Internet (online). Las plataformas de ecommerce, que soportan negocios B2B y B2C, y los medios de márketing digital, que facilitan la medida del impacto de cualquier campaña y focalizarla sobre los segmentos de mercado de mayor interés o sobre aquellos clientes que hasta ahora no estaban siendo atendidos (vender menos de más, Chris Anderson) son los responsables del desarrollo del mercado online.

Según IDC Research España, el 60 % de las empresas españolas empiezan ya en este momento a lograr la madurez en su proceso de transformación digital, lo que puede suponer que el 2019 sea el año de la consolidación de esta revolución. Y por tanto, para las compañías que aún no lo han hecho, ya no es una opción. El sector privado debe adaptarse a este nuevo panorama si desea renovarse y competir en el futuro. Y pensando particularmente en las empresas gallegas, la Xunta cuenta con la Axenda Industria 4.0, que impulsa la implantación de la industria conectada y la fábrica inteligente, además de los programas Reacciona y de los proyectos Industria 4.0, que pretenden ser un apoyo para la aceleración de la digitalización del tejido productivo gallego.

Las comunicaciones móviles 4G (y en un futuro muy próximo 5G) hacen posible que los servicios diseñados estén disponibles para los consumidores en cualquier punto y en cualquier momento. Ofrecen la total disponibilidad. Ejemplos de estos servicios son las APPs que simplifican la relación con los clientes, para que estos puedan comprar en el momento más cómodo y/o permiten conocer en todo momento sus gustos, sus intereses o lo que dicen sobre una marca o un producto.

La virtualización de sistemas y el cloud computing permite que las organizaciones puedan acceder a software y actualizaciones que antes solo estaban disponibles para las grandes corporaciones. Además, estos centros de proceso de datos permiten el almacenamiento de grandes cantidades de datos a un coste muy reducido.

Las tecnologías big data permiten que las organizaciones tomen sus decisiones de desarrollo de producto, de márketing y de otras áreas estratégicas basadas en datos masivos, en lugar de muestras de datos. El análisis de esta información está favoreciendo el desarrollo del machine learning y la inteligencia artificial gracias a la programación de algoritmos que se mejoran ellos mismos en función de sus resultados y la comparación con modelos de datos disponibles de la captura del comportamiento de muchos usuarios. Es el paso del análisis de datos estructurados procedentes de ERPs y CRMs, que facilitan información sobre las compras anteriores de los clientes y sus transacciones históricas, al análisis de datos desestructurados, recopilados a través de la escucha de lo que los consumidores publican, comentan y siguen en las redes sociales.

Es el cambio de los procesos al dato, la observación de los datos de cliente, y cómo estos definen su experiencia. Y en la medida que se tengan capacidades de asociar estos datos con indicadores, se podrá hacer la organización más eficiente o incluso cambiar el modelo de negocio.

Toma de decisiones

La fusión de la inteligencia artificial con la robótica nos trae la industria 4.0. La sensorización de más procesos y máquinas siempre conectadas (IoT o Internet of things), que están alimentando de datos continuamente los sistemas de información big data, permiten mejorar la toma de decisiones por parte de estas y hace que actúen como robots que están continuamente aprendiendo y mejorando sus decisiones.

Las tecnologías disponibles, que están impulsando la transformación digital, permiten que las empresas alcancen nuevas formas de generar ingresos, mantengan nuevas experiencias con sus clientes, mejoren la eficiencia operativa de sus procesos, propicien la inmediatez de la respuesta ante cambios en el mercado, y, en definitiva, creen una ventaja competitiva para la organización, impulsen internamente la innovación y favorezcan la toma de decisiones basadas en el análisis de grandes cantidades de datos.

Las organizaciones viven en un mundo global, digital e hiperconectado, caracterizado por la irrupción permanente de nuevas soluciones tecnológicas, la movilidad deslocalizada y la conectividad continua. Y el consumidor al que se pretende complacer posee cada vez más información, más poder de decisión y más canales. Ante este panorama, las empresas solo tienen la opción de subirse al carro de la transformación digital, donde todos los departamentos deben compartir la misma estrategia digital y colaborar conjuntamente en innovar, emprender, redefinir el ciclo de vida de los clientes, incorporar su retroalimentación y alinear la tecnología con los procesos.