-¿Sombras como los enfrentamientos abiertos entre Uber y los taxistas, por ejemplo?
-Los taxistas protestan con razón. Se percibe como competencia desleal, porque a uno le exiges diez cosas y a otro nada. Los nuevos no entran en condiciones de igualdad. Pero esto va a ocurrir en otros sectores, porque no hay quien lo pare.
-Y qué les queda a los de siempre, ¿renovarse o morir?
-Ikea ya ofrece reventa de muebles y los hoteles lanzan servicios para competir con Airbnb en el alquiler de imbuebles particulares. Hay una parte de protesta que está fundamentada y otra parte que es similar a lo que ocurrió con los ordenadores y las máquinas de escribir. El fenómeno se enmarca en un contexto más amplio, el final de una era económica y mucho de lo que conocemos cambiará.