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Stolt lleva al congelado el rodaballo que no vende en hostelería y alivia los tanques

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CARMELA QUEIJEIRO

Las ventas cayeron un 32 % en el primer trimestre del año

01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si en cuestión de capital humano, la empresa Stolt Sea Farm, líder en producción de rodaballo en Galicia, ha salido hasta el momento prácticamente indemne, con un solo caso positivo por covid-19 en su plantilla -una persona que ha se recuperado-, en el plano económico sí se ha visto golpeada por la pandemia. La división de acuicultura del grupo Stolt Nielsen cerró el primer trimestre del año con unas pérdidas operativas de nueve millones de euros, frente al millón y medio de euros de beneficio que se había saldado el último trimestre del 2019. En lo que respecta al caso concreto del rodaballo, las ventas cayeron 32%, en mayor medida que los ingresos gracias a la subida de precio del producto.

Pero las cifras no minan la moral de la compañía, que continúa trabajando, con las medidas de protección necesarias y siguiendo todas las normas sanitarias, para que Stolt Sea Farm pueda «mantener sus operaciones, servir a los clientes y ayudarles a mantener surtidos los mostradores de las pescaderías», expone el director general de la compañía, Jordi Trias.

El cierre del canal horeca (hostelería, restauración y cátering) en los principales mercados -España e Italia- golpeó fuertemente las cuentas de la empresa acuícola; no en vano tiene en la restauración un nicho importante. Trias confía en que la desescalada reactive paulatinamente un canal de venta esencial: «En cuanto eso ocurra, y vemos signos de una ligera apertura, desde Stolt Sea Farm estamos preparados para ayudar con nuestros productos a que el sector hotelero y restaurador pueda contar con una gama de productos adaptados, de calidad y suministro garantizado, características esenciales para el canal horeca».

La oportunidad en la crisis

Pero el presidente y director general de la compañía no deja de ver oportunidad en esta crisis. Y la ha encontrado en el congelado, un sector que ha crecido y se ha reforzado durante la pandemia. Y esa es la vía por la que Stolt Sea Farm ha podido dar salida a producto que antes destinaba a la restauración y que le ha permitido continuar el ciclo de cría, pues aumentar la densidad de población de las piscinas no es una opción.

Como la empresa ya tenía desarrollada una gama de productos de valor añadido -filetes, porciones, envasados- tanto en fresco como en congelado, lo que ha hecho es aumentar la producción de esta última línea, lo que permite absorber lo que ya no se dirige a la hostelería y mantener la cantidad idónea de peces vivos. Mientras, la firma están a la espera de que se concreten y articulen las medidas de apoyo al sector a través del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero que Trias considera esenciales.