Patrocinado porPatrocinado por

A Illa explota el valor de las algas y lidera su extracción en Galicia

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

El año pasado llegaron al puerto isleño 205.172,50 kilos de las distintas especies que se explotan

31 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mar gallego siempre ha sido reconocido por sus pescados y mariscos. Pero en las rías se esconden otros tesoros que, bien gestionados, pueden ser fuente de riqueza. En ese cofre están las algas. Sobre ellas y sus potencialidades se habló este miércoles en el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa). El centro ha decidido poner el foco sobre un auténtico diamante en bruto, y para ello contó con auténticos especialistas en la materia. Entre ellos, Daniel Otero, representante del sector de recursos específicos de la Confraría de A Illa. Un colectivo que en apenas 10 años ha logrado sacar provecho a 7 especies de algas que crecen en ría de Arousa.

El descubrimiento de este recurso fue fruto de la necesidad. «Levamos 13 anos explotando a navalla. E hai dez, na veda que temos decidimos probar coas algas para non estar parados», narró el buzo. El calendario jugaba a su favor: cuando los bivalvos piden su respiro primaveral, los vegetales marinos están listos para ser recolectados.

Funcionó, y la experiencia ha dado buen resultado. Los productores empezaron trabajando 15 días al año, y ahora son 85 los que dedican a la extracción de este producto. Al resultado se le puede poner números: los del 2017. Según PescadeGalicia, el año pasado llegaron al puerto isleño 205.172,50 kilos de las distintas especies que se explotan. Alcanzaron un valor de primera venta de 172.922 euros. Esos datos colocan a A Illa como referente destacado en la explotación de algas en Galicia, y han espoleado el interés de otras cofradías por aprovechar este recurso. O Grove y Vilanova, por citar otros dos pósitos arousanos, tienen planes para intentar seguir la estela de los buzos isleños. En total, son casi una veintena las cofradías gallegas que han mostrado su interés por un producto que, no hace mucho tiempo, no solo pasaba desapercibido, sino que era denostado: era «esterco» para abonar las tierras. En estos momentos son unos 15 los buzos de A Illa que extraen algas. La época de mayores capturas discurre entre febrero y mayo. «Despois xa perden color e non valen», explicaba Daniel Otero. El producto es recogido a profundidades que oscilan entre los 3 y los 10 metros. «Podemos coller 250 quilos de cada especie, sacando a leituga, da que podemos sacar 500 quilos». Las cantidades finales, en todo caso, las determinará el mercado, porque esta es una faena que se hace sobre pedido. Recordaba el mariscador isleño que él y sus compañeros han tenido que ir aprendiendo sobre la marcha los secretos de las algas. «Ao principio cortabamolas mal», recuerda. Pero, con el apoyo de las empresas Portomuiños y Algamar han ido mejorando su estrategia recolectora. Y parece que todo lo aprendido ha valido la pena.

Setecientas especies distintas

La jornada sobre algas celebrada este miércoles en el Igafa culminó con la presentación de una guía de las macroalgas existentes en la costa gallega, elaborada a partir de la colección que ha reunido el Igafa. Pero antes de presentar ese volumen, por el centro desfilaron especialistas que hablaron tanto de su extracción y transformación, como del valor alimenticio de este producto y su potencial aprovechamiento como aditivos de la industria alimentaria, en la cosmética o en la alimentación animal.

La ponencia inicial había corrido a cargo de Javier Cremades, del departamento de Biología de la Universidade da Coruña. Este explicó que en la costa gallega hay casi 700 especies distintas y muy variadas, puesto que, en Galicia, por su ubicación y sus características, se pueden encontrar especies propias de clima frío, como otras características de aguas más cálidas.

Cremades destacó que Galicia encabeza, junto Andalucía y Asturias, la explotación de algas e invitó a seguir avanzando en ese terreno. Recordó que casi el 50 % de la acuicultura en el mundo se dedica a la producción de este tipo de productos.