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El intento de ordenar una proliferación que confunde al consumidor

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

FASD

Nace una herramienta para poner orden entre tanta ecoetiqueta

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando competir en el mercado ya no fue tan fácil como siempre, pescadores, armadores, empresas, comercializadores... se lanzaron de lleno a distinguir su producto. Aquel que no ensalzaba el origen, presumía de calidad, o resaltaba sus propiedades nutricionales y ya últimamente su sostenibilidad y respeto al medio ambiente. Y ese creciente interés generó una demanda para la que surgió una oferta. Marine Stewardship Council (MSC), Friend of the Sea, Dolphin Safe, KRAV, la International Seafood Sustainability Foundation (ISSF), Friend of the Sea, Naturland, Bioland, Global Aquaculture Aliance (Best Aquaculture Practices)o el Aquaculture Stewardship Council (ASC) para la producción acuícola... Eso, sin descender ya a etiquetas locales tipo PescadeRías, Polbo das Rías o Navalla de Fisterra.

Ni que decir tiene que tanta oferta se ha convertido ya en un problema. Un problema tal, que ha hecho que la misma FAO se lleve las manos a la cabeza mareada entre tantas siglas, logotipos, sellos y mensajes.

Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: que se ha llegado a un punto en el que el consumidor no distingue los sellos más allá de los locales y los de siempre, hasta el extremo de que el productor y el transformador ya no saben por cuál optar si quieren diferenciar su producto.

Nueva herramienta

Ante esta situación, no es de extrañar que la FAO haya aplaudido a rabiar la irrupción de la plataforma GSSI (Global Sustainable Seafood Initiative), que han constituido varias compañías pesqueras, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, así como expertos del sector, que han lanzado una herramienta para poner orden entre tanta ecoetiqueta. Es la Global Benchmark Tool, un, por así decirlo, sello de sellos que certifica que la ecoetiqueta cumple una serie de criterios basados en el código de conducta para la pesca responsable y las directrices de la FAO. Y a mayores establece una serie de componentes suplementarios que permiten mostrar el enfoque particular de un programa de certificación y ayudará a los interesados a entender dónde radican las diferencias entre uno y otro distintivo.

Ayer, miembros de GSSI intentaron explicar en profundidad la herramienta. Lo consiguieron solo a medidas, pues no aclararon bien cómo canalizarán esa información hacia el productor que quiere certificar su pescado, dado que no recomendará sellos concretos y solo certificará aquellos que se sometan voluntariamente.

Web de resultados

Sí precisaron que los resultados del reconocimiento de los programas y el informe de referencia se publicará en la web www.ourgssi.org, aunque solo se comunicarán los de sellos reconocidos por la coalición. Según exponen, la herramienta ayudará a los productores, pues supone un mayor número de opciones para elegir el programa más adecuado y reducir la necesidad de múltiples auditorías; a los compradores, que contarán con datos más simples para guiar su decisión de compra; a las oenegés, que tendrán información contrastada para promover la sostenibilidad y a los programas de certificación, que tendrán reconocimiento público.