La flota reprocha a Madrid que las multas que impone son inasumibles

Han sido los armadores de la volanta los que se han plantado y acampado a las puertas de San Caetano, pero bien podría haber sido en su lugar los de cerco, arrastre o palangre. Porque la escasez de cuota es un problema común a todos ellos. Como también lo es lo del preaviso de llegada a puerto, el correo que la flota gallega tiene que enviar a Madrid con dos horas y media de antelación a la entrada en el muelle cuando, en realidad, el caladero en el que trabaja está a apenas una hora o, incluso, media de la costa. O la presión inspectora -excesiva, a su criterio- a la que están sometidos los principales puertos pesqueros de Galicia. Una vigilancia que ha derivado en la apertura de expedientes, que, a su vez, han finalizado con la imposición de sanciones económicas.

Y tanto. Precisamente, Ricardo Villar, el cedeirés que se plantó y se fue de primero a protestar a las puertas de San Caetano, acumulaba multas en su empresa por importe de 90.000 euros. Jesús Domínguez, de Laxe, que respaldó de inmediato a Villar y se apostó el lunes frente al edificio administrativo de la Xunta, ya ha satisfecho 13.000 euros, por, entre otras cosas, mandar el preaviso dos minutos tarde. Mismo el presidente de la Federación Nacional de Cofradías Españolas, Genaro Amigo, que anteayer amarró su barco en solidaridad con los demás volanteros, explicó que la cuantía excesiva de las multas que impone el Ministerio de Agricultura ha sido una cuestión que la entidad que preside ha expuesto como queja a la Administración.

Datos falsos

Porque una vez que han abierto la boca para confesar que en la pesca todo el mundo miente, y que cualquier parecido entre las declaraciones de capturas y la realidad es pura casualidad, quizá sea lo más lógico que esas infracciones tengan que ser castigadas. Pero una cosa es que haya que pagar una multa «razonable» y otra que la cuantía sea del orden de las que está imponiendo Madrid, con cantidades «desorbitadas», capaces de llevar a una empresa «á ruína», aseguran.

«A Secretaría General de Pesca está a impor multas absolutamente desproporcionadas, como si se tratara de multinacionais cando en realidade son pequenas empresas, familiares ás que unha sanción de 12.000 ou 20.000 euros como están chegando as pode botar ao fondo», explica Torcuato Teixeira, que, como secretario xeral de Pescagalicia, ha recibido varias quejas de los asociados por el «ánimo recaudatorio» que muestra la Administración. Y es que, según aseguran, las sanciones que llegan de Madrid multiplican por diez o por veinte la propuesta de sanción que hace el funcionario que instruye el expediente. «Se dan casos nos que o instrutor suxire unha multa de 600 euros, e de Pesca veñen 12.000», apunta Teixeira y lo corrobora Amigo, que explica que «a xente desiste de recorrer a sanción e acepta pagar 5.000 ou 6.000 euros, porque se fai alegacións de Madrid lle ven unha multa do triplo».

Desde el sector reclaman un poco de mesura, pues aunque pretenden dar un carácter disuasorio a esas multas, lo que están haciendo es poner en peligro la supervivencia misma de las empresas pesqueras.

Cedeira anima a todos los sectores a sumarse a la protesta

Precisamente porque el fondo de los problemas es común, desde Cofradía de Cedeira han solicitado el apoyo de todos los sectores que dependen del mar y de todos los segmentos de flota en la concentración que hoy, a las 11.00, celebrarán en San Caetano, en el mismo lugar en el que llevan acampados toda la semana un grupo de armadores de la volanta. El pósito ha cubierto por ahora las plazas de dos autobuses y espera llenar otro más, amén de la gente que se desplace en vehículos particulares. «Desde el principio pedimos un amarre de toda la flota, pero también entendemos que todo ha sido un poco desorganizado», explica Lucía Villar, patrona mayor de Cedeira, que lamenta que unas artes estén mirando hacia otras para decidir si amarran o no. Desde la federación gallega se ha dado curso al llamamiento para que cada cofradía decida.

De Mar, nada saben, pese a que en declaraciones de Rosa Quintana en Bruselas daba a entender que ayer mismo se interesaría por el problema. Problemas de agenda habrían impedido el encuentro.

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