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Con los furtivos entre ceja y ceja

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

monica ferreiros

La Federación Galega de Confrarías señala la tipificación como delito penal del furtivismo «organizado y reincidente» como principal hito del mandato

11 may 2015 . Actualizado a las 07:11 h.

Hace seis meses, un nuevo equipo tomaba las riendas de la Federación Galega de Confrarías. Tomás Fajardo, patrón mayor de Porto do Son, se hacía con el bastón de mando de Benito González, al que un resbalón electoral en el que había sido su feudo, Cambados, truncó los planes de repetir al frente de los pósitos gallegos.

En lugar de cien días, Fajardo y su equipo han preferido dejar pasar medio año desde la toma de posesión para volver la vista atrás y hacer balance. Y en esa oteada destacan un hito que distinguen sobre los demás logros y que tiene que ver con uno de los principales objetivos que se marcó la federación: la lucha contra el furtivismo.

Este aspecto ha centrado gran parte de los esfuerzos del nuevo presidente y su directiva y, en ese sentido, ha supuesto una gran satisfacción que se haya tipificado el furtivismo organizado y reincidente como un delito penal. Esto supone, a juicio de Tomás Fajardo, poner en manos del sector «unha ferramenta coa que poder loitar contra esta lacra».

Sanciones

De seis meses a dos años de prisión. Del cambio en el código penal ya han sido informadas todas las cofradías, a las que la federación ha detallado las modificaciones, que se sustancian en que los furtivos habituales que causen menoscabo en la sostenibilidad de los recursos en zonas de concesión o autorización marisquera o acuícola se exponen a una pena de entre seis meses y dos años de prisión, dependiendo la gravedad del hecho.

Con este cambio se espera poder coto a la impunidad de aquellos ilegales que, amparándose en que son insolventes, saquean los bancos naturales y causan un perjuicio grave a los mariscadores legales.

Descartes

Defensa del sector. La defensa de los intereses del sector en los distintos foros y estamentos es otro aspecto en el que se ha afanado la federación. Ha mantenido encuentros con representantes de los Gobiernos autónomo, estatal y comunitario para exponerles las dificultades del sector, sobre todo del artesanal, para acoplarse a la prohibición de los descartes. También ha hecho bandera de la necesidad de prestar mayor atención al peso socioeconómico de la flota y la situación de los recursos pesqueros.

Mediación

Mapa de zonas de percebe. La federación gallega, en colaboración con la Consellería do Mar, ha creado un mapa de la situación de las zonas de percebe, un documento de partida con el que se pretende buscar una solución consensuada con los bateeiros para poner fin a los tradicionales conflictos que surgen entre ambos colectivos cuando es la época de extraer de las rocas cría de mejillón.

Ese abastecimiento interfiere en ocasiones con el trabajo habitual de los percebeiros y no es la primera vez que se han producido conflictos. La elaboración del mapa es un intento de regular ambas actividades para evitar choques e interferencias.

Aportaciones a la orden que regula las inmersiones y que afecta a los navalleiros

El Gobierno está preparando una orden para sustituir la de 1997 que regulaba el trabajo de los submarinistas. Y los mariscadores se están viendo afectados de lleno. Se encuentran en este caso quienes faenan al erizo, a la navaja y a otros recursos que capturan ya sea en apnea o mediante suministro de aire desde embarcación. Claro que estos recolectores submarinos estaban equiparados a los buzos y ranas que reparan cascos de embarcaciones o inspeccionan pecios a gran profundidad. Ahí es donde ha tenido que meter baza la Federación Galega de Confrarías, que ha enviado sus alegaciones a un proyecto para que se establezcan requisitos específicos para profesionales como los del marisqueo, que se sumergen a diez o doce metros, como mucho, diferentes de los que se exigen a aquellos que bajan hasta 50 metros. «Non cremos que faga falla, por exemplo, que estos mariscadores teñan que levar un sistema de comunicación, cando casi se ven a ollo dende a embarcación», señala Tomás Fajardo.

El xeito

Plan de gestión. Además de la defensa de este arte tradicional amenazado de muerte por una propuesta de la Comisión Europea, la federación se vanagloria de haber participado en la elaboración de un plan de gestión para el xeito. En relación a la captura de sardina, también ha presentado, entre otras iniciativas de carácter estatal, propuestas relacionadas con la gestión de la sardina ibérica.