La prostitución se instala en Sarria

tania taboada LUGO / LA VOZ

SARRIA

CARLOS CASTRO

Vecinos del barrio de As Casetas están hartos de los ruidos, peleas y de la mala imagen que se da en la zona

26 sep 2016 . Actualizado a las 23:55 h.

Quince minutos son suficientes para ver lo que se mueve en el barrio de As Casetas, en pleno centro de Sarria. La antigua zona de marcha se ha convertido desde hace un tiempo en el centro de la prostitución de la villa. En dos de sus calles, Gregorio Hernández y Rías Baixas, el ir y venir de chicas que buscan sexo es la tónica diaria. Una situación que no se produce a altas horas de la madrugada, que también, sino a plena luz de día. «Esto es una auténtica vergüenza. La desidia de las autoridades es lo que ha dado lugar a esta situación. No controlan los horarios de cierre de los locales y permanecen abiertos hasta las deshoras. Las peleas son continuas y el trapicheo que aquí se mueve clama al cielo. La falta de control fue la que ha provocado todo esto que ahora tenemos que apandar nosotros», explica un vecino que vive en una de estas calles.

A las once de la mañana ya es habitual ver a mujeres, no extremadamente jóvenes, deambulando por la zona. Cigarrillo y teléfono móvil son sus principales objetos de compañía. Poco tardan en venir los clientes. La mayoría son hombres mayores y muchos de ellos, vecinos de municipios cercanos. Los pisos a los que suben, supuestamente solo a practicar sexo, también se encuentran en esas calles. Los clientes habituales ya saben de las viviendas y suben directamente al piso (cuya puerta ya está abierta y no hace falta timbrar en el portal). Esto a plena luz de día y en un barrio donde hay vecinos con niños pequeños. «Fai pouco salía da casa co home e co carrito do neno e estaban unha muller e un home acordando algo diante do portal. Non nos deixaban pasar e empurraron ao meu esposo. Esto é un auténtico calvario», explica otra mujer que vive en la zona.

Sexo, alcohol y drogas

Los residentes de este barrio están hartos de esta situación. Además de denunciar la presencia de peleas, ruidos y prostitución, manifiestan que el trapicheo de droga también está presente en varios de los locales. Algunos vecinos incluso abandonaron su casa y se han trasladado a otra zona. «En catro locales é onde se move todo. Aquí cervexa, ron, prostitución e drogas. É unha desgracia pero é a realidade. Festa ata as tantas da madrugada que acaba en pelexas continuas e ruidos. Ao día seguinte, atopámonos cos restos nas beirrarúas», dicen.

Nace una asociación en defensa del barrio

Una buena parte de residentes de las calles Gregorio Hernández y Rías Baixas han decidido unirse para intentar solucionar esta problemática que consideran muy grave. En este sentido, el pasado mes de mayo decidieron crear la Asociación As Casetas, formada por unas ochenta personas. Hace años, algún integrante ya presentó varias denuncias alertando de la problemática. «Ao ser unha rúa de movida nocturna sempre houbo problemas polos ruidos pero desde hai un tempo para aquí esto é inaguantable e clama ao ceo», dice un representante de la asociación. «É unha vergoña. Non se cortan un pelo. A plena luz do día póñense a trapichear con droga na rúa. As mulleres exercen a prostitución con cativos pequenos dentro do propio local. Os menores ven como as súas nais marchan cos homes aos pisos da zona... Solo hai que vir aquí para ver o percal», indica otro miembro de la asociación.

Reuniones

Según indicaron algunos representantes de la asociación, mantuvieron reuniones con la alcaldesa de Sarria y con la Subdelegación del Gobierno para exponerle la problemática. Dado que la alcaldesa todavía no actuó, el pasado jueves presentaron en el registro del concello un escrito «contundente y muy serio» para que tenga constancia de todo lo que está sucediendo en la zona donde viven. Pero parece que la regidora ayer finalmente no pudo atenderlos en la reunión que tenían concertada. Estaban citados a las diez de la mañana con Pilar López pero «dounos largas e excudouse en que non chegaba a tempo porque estaba en Lugo». Aún así, los vecinos no se darán por vencidos y el próximo lunes pedirán un encuentro con el máximo mandatario de la Policía Local para intentar solucionar esta problemática que tiene muy preocupado al barrio.