Empezó a trabajar cuando el oficio era totalmente manual
08 sep 2023 . Actualizado a las 11:15 h.Gabriel Díaz, enterrado el martes en la parroquia de Ferreiravella, era uno de los últimos ferreiros heroicos del municipio de Riotorto. El adjetivo está plenamente justificado en este caso, ya que él empezó a trabajar cuando el oficio era totalmente manual y requería un gran esfuerzo durante muchas horas del día.
Como prácticamente todos en el oficio, muy arraigado en esa parte del oriente gallego, se inició por tradición familiar, tras haber aprendido en casa. Él vivió el cambio que supuso la electricidad, lo que alivió la dureza de la faena en la forja.
Fue ferreiro hasta su jubilación, consciente de que era casi uno de los pocos que iban quedando, pero siempre estuvo apegado a ese trabajo. De hecho, era frecuente verlo, ya jubilado, en las demostraciones que se celebran en la feria anual dedicada a los ferreiros, el acontecimiento de más poder de convocatoria de cuantos se celebran en el municipio riotortense.
Su salud era algo delicada en los últimos meses, en los que repartía su tiempo entre Riotorto y Foz. Empeoró en días pasados, y ya no se recuperó. Estaba casado y tenía tres hijos.