Luis Vilariño llama a las puertas de la historia en el Tour European Rallye

PALAS DE REI

Prensa Luis Vilariño

Le basta con ser duodécimo en el francés Fenouillèdes para ser el primer español en ganar el título

31 oct 2020 . Actualizado a las 10:53 h.

Hace unas semanas logró el podio en el rali de Cobreces (a un solo minuto de Dani Sordo, en la cita que abrió el autonómico cántabro) y solo una pancreatitis le alejó del Princesa de Asturias, correspondiente al Nacional de asfalto. La confianza, de todos modos, permanece intacta después de su gran actuación en el rali de Transilvania. Tiene oportunidad de confirmarlo en la cita de La Nucía, en plena lucha por meterse entre los cinco primeros del Nacional.

Luis Vilariño ha logrado la estabilidad competitiva en un año pleno de vicisitudes en lo referente al automovilismo a todos los niveles. Precisamente, las circunstancias derivadas de la pandemia, que redujeron sobremanera el calendario de los ralis en España motivaron la primera salida del piloto de Palas de Rei más allá de la península ibérica en casi veinte años de trayectoria deportiva.

Para ello, escogió la tercera prueba del Tour European Rallye (TER), la que se disputó en Transilvania, estableciendo otro hito: ser el primer español en tomar la salida en el mítico rali rumano.

Acompañado del joven copiloto vasco Alain Peña, sorprendió por su descaro a borde de su Skoda Fabia R5 ante adversarios más habituados al terreno. La victoria fue para Simone Tempestini, pero la sexta plaza de Luis Vilariño (la misma que logró en la cita anterior) le situó no solo como el mejor extranjero, sino también le colocó en una posición inmejorable para redondear la machada: conseguir el triunfo absoluto en su primera participación en el Tour European Rallye. Decidirá la última carrera, el rali francés de Fenouillèdes, que se disputará el 13 y 14 de noviembre. Apenas necesita cuatro puntos o, lo que es lo mismo, terminar en la duodécima posición.

«Espero que tengamos posibilidades reales. Francia es la cuna de los ralis y me apetece muchísimo correr allí. Solo pensar que pueden participar unos veinte R5 ya me motiva, pero hasta que llegue allí no sabré realmente lo que significa», avanza el piloto gallego, que puede convertirse en el primer español que se hace con el Tour European Rallye.

Y todo porque el campeonato pisó tierras gallegas a finales de agosto en su segunda cita, con motivo del rali de Ferrol, y en plena carrera, el organizador del TER, Luca Grilli le sugirió correr en Rumanía. Luis Vilariño recogió el guante. «Acerté al aceptar. Nos trataron como si fuésemos Carlos Sainz y Luis Moya», se felicita.

Prensa Luis Vilariño

«Una de las mejores experiencias de mi vida, y eso que viajé por medio mundo»

El piloto gallego ha señalado su participación en el rali de Transilvania como un hito destacado en su trayectoria deportiva. «Fue una de las mejores experiencias de mi vida, y eso que he viajado por medio mundo, desde Asia a Sudamérica», espeta. «Conoces otras culturas, otras carreteras y otra forma de correr. Todo lo que rodea al propio rali es diferente, fantástico. No tiene nada que ver con Galicia, y eso que aquí tenemos un gran ambiente de ralis», argumenta el deportista de Palas de Rei.

La trayectoria de Luis Vilariño ha sufrido las irregularidades presupuestarias habituales en este deporte. Estuvo seis años sin correr tras haber quedado campeón gallego. Ahora vuelve a vivir un momento dulce. El acuerdo con su proveedor de neumáticos le impide correr en Galicia, «pero supone el 40 % de nuestro presupuesto», destaca. En Transilvania experimentó momentos deportivos memorables. Como cuando, bajo un sol de justicia, divisó el Porsche que usó Iván Ares en el 2010 con neumáticos de lluvia. «También los demás los llevaban. Nosotros, no. Y resulta que a mitad de tramo, en media montaña, los árboles formaban un túnel con sus copas y el firme estaba lleno de hojas y húmedo. Nos llevamos algún susto», relata. «O la tromba de agua que nos cayó en la autopista y que nos retuvo a corredores y aficionados. No se veía nada con el granizo», dice.

Los tramos rumanos eran más rápidos que los gallegos, lo que le dio pie a una conducción más agresiva. «Fuimos a divertirnos», asegura señalando otro objetivo: «Quedar quintos en el Nacional».