La situación del complejo etnográfico de Carelle lleva años en los tribunales y se abrirá juicio oral próximamente
02 abr 2019 . Actualizado a las 10:47 h.El gran proyecto que iba a suponer un antes y un después en el turismo de Muras no tiene por ahora más horizonte que el del juzgado. La aldea etnográfica de Carelle, de titularidad municipal, carece de uso porque lleva tres años envuelta en aspectos judiciales. La Fiscalía de Lugo acordó iniciar una investigación contra el anterior alcalde, Issam Alnagm (PP), por tráfico de influencias, y el actual gobierno (BNG-PSOE) decidió en septiembre del 2015 personarse en la causa, que pasó al juzgado de Vilalba, y emprender acciones legales. El asunto fue declarado causa compleja, y está prevista la apertura de juicio oral.
La decisión de crear un complejo etnográfico fue tomada por el anterior regidor, que usó para ello fondos del canon eólico, transferidos por la Xunta a los ayuntamientos con aerogeneradores en su territorio. El Concello llegó a pagar 341.000 euros a la familia del anterior presidente de la corporación por terrenos incluidos en el plan de la aldea, cuya restauración se puso en marcha, lo que motivó la polémica.
En Carelle, en una zona de Muras que está al lado de As Pontes, hay varias construcciones cuya reparación se realizó sin introducir criterios agresivos. Se conservan los muros de piedra, las cubiertas son de pizarra, y las puertas y las ventanas llevan un material que imita la madera. Los edificios se sitúan en una zona en pendiente, empezando en las inmediaciones de una pista y acabando cerca de una vaguada en la que se tocan el municipio murense y el pontés.
Cabozo y horno
La intención de realizar en el complejo actividades relacionadas con un turismo activo que se apoye en el entorno se nota en la conservación de algunos elementos -hay, por ejemplo, un cabozo y un horno- y en la preparación de algunas partes para usos hosteleros y didácticos: se ven, por ejemplo, una barra, taburetes y cafetera en una de las construcciones y sillas y mesas, propias de cualquier aula, en otra.
El actual gobierno local admite que ha estudiado algunos usos para el complejo, si bien el alcalde, Manuel Requeijo, se muestra prudente y supedita decisiones firmes al final del proceso judicial, Mientras el proyecto sigue parado en el juzgado, el Concello se preocupa de cuidar las instalaciones: no solo se llevan a cabo trabajos de limpieza sino que se han plantado algunos castaños, con lo que la diversidad natural sigue creciendo.