Mohamed Attaoui: «Me apetecía un cros para ver cómo me manejo, no lo hago desde niño»

MILLÁN GÓMEZ

LUGO CIUDAD

RFEA

El atleta, subcampeón de Europa de 800 metros, compite este domingo en Lugo

01 nov 2025 . Actualizado a las 19:22 h.

Mohamed Attaoui Tijani (Beni Mellal, 2001) compite por vez primera en el Cross Ponte Romana de Lugo, que tiene lugar este domingo. La carrera masculina comenzará a las 13 horas en el Paseo Fluvial do Miño de Lugo sobre un recorrido de 5 kilómetros. El circuito está compuesto por una vuelta mediana y dos largas. Es la octava edición de esta prestigiosa competición lucense. El atleta de Torrelavega llega tras terminar quinto clasificado en 800 en el pasado Mundial de aire libre de Tokio en septiembre de este 2025, así como proclámandose campeón de España de 800 con autoridad. Fue subcampeón de Europa de 800 en el Europeo al aire libre del pasado 2024 en Roma, así como quinto en los Juegos Olímpicos de París 2024.

—¿Cómo surge la opción de correr el Cross Ponte Romana de Lugo?

—Pues este año me apetece hacer cross porque desde que era niño nunca lo he hecho. También me apetece ir al Europeo de cros. Le comenté a mi entrenador que me apetecía hacer un cros para ver cómo me manejo, cómo me muevo ahí. Vi que este cros de Lugo era muy conocido. He visto que mi compañero Adri (Ben) corrió años anteriores, que es una distancia más corta que otros croses, que suelen ser de 9 o 10 kilómetros. Este cros es de 5, se adapta muy bien a mis características y me venía muy bien. Entonces, justó me contactó el organizador y le dije: "¡Qué bien, me viene genial!". Me dijo que le gustaría que lo corriese algún año y yo le dije: "¡Pues este año es el perfecto!". Y ya lo cerramos. 

—¿En qué momento de preparación está? ¿Cómo es su día a día de preparación ahora mismo?

—Justo ahora vengo de Sierra Nevada, que es la primera concentración en altura para preparar la pista cubierta y el invierno en general. Estoy empezando, hace un par de semanas que empecé, estaba muy verde, pero ahora estoy bastante mejor y me puedo defender bastante bien. Poco a poco iremos intentando mejorar para llegar lo más fino posible para las citas importantes del invierno.

—¿También sirve el Cross Ponte Romana de Lugo para cambiar el chip de la pista y buscar nuevos retos?

—Sí, sí, también mola mucho porque, al final, en la pista es siempre hacer la misma rueda de los 800 o 1500, te acaba agotando un poco física y mentalmente. El cros me apetece mucho ahora. Hace dos semanas pensaba: "No me apetecería nada correr ahora un 800". Pero se me vino a la cabeza el cros. El cros es bastante distinto por ser un terreno distinto, distancias más largas, mucho mejor y mucho más guay. Y, encima, me viene muy bien. A los mediofondistas, los 800 y los 1500 nos ayudan muchísimo para mejorar el volumen, la capacidad aeróbica y para que luego nuestras distancias no se nos hagan largas y llegamos muy bien.

—¿Cómo cambian sus entrenamientos en pista a entrenar para cros?

—Pues ahora mismo no hago nada específico en la pista con clavos ni nada, sino que hacemos más cambios, rodajes más largos, semanas de mucho volumen y nos viene bien para ahora, por ejemplo, para competir el cros y para dar base para luego cuando empecemos la época de pista cubierta en un par de meses. 

—¿Cómo era Adrián Ben como rival en el 800? Será también su rival en el Cross Ponte Romana. 

—Es buenísimo, tanto él como todos mis otros compañeros, pero él sobre todo porque ha sido un grandísimo rival dentro de la pista. Él también me ha hecho mejorar porque la rivalidad que teníamos era de querer ganar siempre, esa rivalidad provocaba que nos teníamos que esforzar y dar lo máximo para hacerlo lo mejor posible. Él quería ganar y yo también. Entonces, no nos podíamos relajar. Yo pensaba en Adri y él pensaba en mí, eso nos hacía mejorar el uno al otro. Es algo muy bueno y me ha venido muy bien. 

—¿Qué destaca de Adrián Ben como atleta?

—Su polivalencia. Es un tío que te hace un 10K holgadamente por debajo de 30 minutos, que le va muy bien en el cros ahora, que en el 800 ya sabemos los grandes éxitos que ha hecho, que ahora se pasa al 1500 y se le ha dado muy bien también, lo ha llevado muy bien y que va a seguir cosechando triunfos y grandes éxitos. Se supone que este año era de adaptación al 1500 y ya lo ha hecho muy, muy bien en el primer año, ha conseguido estar en la final del Mundial. Seguro que seguirá cosechando éxitos como hizo en el 800. Adri es un tío que te vale para todo y ha hecho mejorar a muchos compañeros del 800.

—Adrián y usted tienen la similitud de salir desde atrás tanto en el 800 como en el 1500 y ver la carrera de cara. ¿Comparte mi sensación?

—Sí, sí (sonríe), muchísima gente nos relaciona muchísimo porque él cuando corría en 800 corría exactamente como hago yo. Mejor dicho, yo corro exactamente como lo hacía él porque fue él el que lo hizo primero. Él empezó en el 1500 en sub-23 y yo también en el 1500 en sub-23, luego se pasó al 800 y yo también me pasé al 800. Él se ha pasado al 1500 y yo también me pasaré al 1500. Corremos casi igual y también somos muy polivalentes, es muy difícil encontrar a alguien que sea de 800 o de 1500 que te valga para cros o para un 10K, por ejemplo. Yo sé que me defiendo muy bien en eso también y es muy difícil encontrar a gente que te valga para todo. Nos parecemos casi en todo, la verdad.

—¿Usted tiene claro ese paso al 1500 más a medio o largo plazo que a corto?

—Sí, sí, exactamente. De momento, estoy muy bien en el 800. El año pasado saqué todo mi potencial. Creo que me queda un poco. Este año lo hemos mantenido o incluso mejorado porque la media de marcas ha sido casi mejor que el año pasado, aunque el año pasado fue cuando hice el récord de España, pero me he mantenido muy bien y estoy seguro que todavía me queda un puntito más en esta prueba. Todavía me quedan, por lo menos, un par de años en el 800. Ya habrá tiempo de sobra para pasar al 1500. En el 1500 intentaré hacer lo mismo.

—¿Cómo recuerda cuando consiguió el récord de España de 800 el pasado 2024 en el Meeting de Monaco con una marca de 1:42:04?

—¡Algo increíble (sonríe)! Yo era un chico de 1:44, era muy regular, siempre hacía 1:44. Sabía que podía hacer 1:43 desde el año anterior, pero no tuve la suerte de estar en las carreras en las que saliese en la posición correcta, que me moviese bien, que no me cerrasen, todo eso. Entonces, me dieron la oportunidad de correr en Monaco, que es uno de los mejores mítines del mundo. Era la carrera perfecta y liebres perfectas. Yo salí desde atrás del todo, es decir, salí sin nada que perder porque yo era el peor marquista y acabé segundo casi ganando la carrera con 1:42:04. Fue algo increíble y, desde ahí, cambió mi chip totalmente porque antes de esa carrera no pensaba en grandes cosas con 1:44, la verdad. Al final, en los campeonatos puede pasar de todo, pero eso te cambia la mentalidad. Te dices: "¡Joder, he hecho 1:42, soy capaz de todo!". 

—¿Cuál es su plan de carrera perfecto? En la semifinal del Mundial 2025 sale atrás, pasa a la calle 2 a 200 metros y gana con muchísima autoridad. En la final del campeonato de España 2025, en cambio, usted ya va líder desde el inicio y hace el cambio en el 500.

—La verdad es que ni una ni la otra. Sí que me gusta en carreras lentas manejarlo desde adelante o desde atrás, incluso. Cuando estás atrás, eso no desgasta. Puedo pegar el cambio, irme a la calle 2 y no me pasa nada. Pero, por ejemplo, en la semifinal del Mundial (2025) fue porque ese día iba sobrado de fuerzas, por decirlo así, y pude abrirme para afuera, pero cualquier otro día no podría hacer eso. Y, por ejemplo, en la final del Mundial sí tendría que haberme ido por fuera, cometí el error de intentar meterme por dentro, toqué contra otro atleta, casi me saca y eso me hizo perder todas mis fuerzas. Pero mi táctica ideal yo creo que es salir desde atrás e intentar colarme, siempre me encanta colarme por el interior (sonríe). No es fácil, pero si paso por fuera que no sea tan exageradamente por calles externas para no irme a calle 2 o casi 3, sino calle 1 pisando calle 2. Eso es perfecto. Eso sí se tiene que hacer porque por un metro o dos metros de más no va a cambiar nada.

—En la final del Mundial terminó quinto, pero perdió la cuarta posición con Cian McPhillips en el último instante. ¿Realmente es porque ya se vio fuera del podio, por un tema de concentración o por fatiga extrema?

—Yo creo que fatiga extrema porque iba muy bien hasta el 600. De hecho, es ahí cuando me intenté colar por dentro, tuve el choque y ese parón y el hecho de tener que arrancar otra vez fue lo que me mató porque yo creo que sí que esta vez habría estado en las medallas al 100 % porque el año pasado quedé quinto en los Juegos Olímpicos y sabía que me faltaba ese punto de más, es decir, quedé quinto y estaba súper contento, súper satisfecho. No me había guardado nada, pero este año sí que me ha dado más de rabia porque quedé quinto y tenía mucho más en las piernas. Ese día era el día para bajar de 1:42. Tuve el choque que tuve a falta de 200 metros y luego que a falta de 100 justo me iba a colar por el interior, un británico se abrió justo también, volvió, nos tocamos con el codo un poco, pero eso ya hizo que te desestabilicen un poco y me hizo perder unas pocas fuerzas que son las que deciden esas centésimas en las que nos jugamos todo. 

—Compite este domingo en Lugo junto al río y con humedad. Usted es de Torrelavega. ¿Va a encontrar unas condiciones de humedad bastante favorables?

—Pues sí, sí (sonríe). Es el mismo tiempo que tengo en casa, es decir, muchísima humedad. Estoy acostumbrado, me viene muy bien, así que juego en casa. 

—¿Cómo recuerda la plata europea al aire libre ganada el pasado 2024?

—También fue algo increíble (sonríe). Ahí seguía siendo un tipo de 1.44, había muchos rivales obviamente mucho mejores que yo, como Adrián (Ben), por ejemplo, o Álvaro de Arriba, ya solo en el equipo nacional. Mi objetivo era estar en la final y sí que soñaba con pelear por las medallas. Superé la primera ronda, que fue la que más me costó, luego la semifinal muy bien, me vi con muchas más fuerzas y luego la final la planteé de la misma manera que la semifinal. Lo bueno de Roma es que ahí es cuando definitivamente aprendí a correr y empecé a utilizar la táctica de correr desde atrás, fue el momento del clic, de saber que sí, que tengo que correr así siempre porque porque la primera ronda casi me voy para fuera por salir un poco kamikaze. Entonces, desde ahí decidimos con mi entrenador que era mejor correr desde atrás, que yo era un atleta más aeróbico como Adrián (Ben), por ejemplo, que siempre vamos desde atrás los dos y que no podía hacer lo de la primera ronda. Entonces, salió muy bien. Planteamos lo mismo para la final y gané esa plata. ¡No me lo creía cuando crucé la línea de meta! Y estas cuestiones fueron las que me fueron aupando a creerme que sí puedo, que sí puedo. Entonces, de la medalla del Europeo a batir el récord de España de 1000, luego a ser campeón de España por primera vez, tener la oportunidad de correr en Mónaco. Todas estas cuestiones fueron la clave para llegar hasta aquí. Ahí fui teniendo esas oportunidades que me fueron abriendo puertas y me fueron haciendo mejorar. 

—¿Qué retos se marca como atleta para este próximo 2026?

—Me encantaría hacer una temporada 2026 como este 2025 o la anterior, similar, mejorar mis marcas tanto de 800 como de 1500 e intentar mejorar la plata del Europeo del año pasado. El Europeo es el único gran campeonato que tenemos. En la pista cubierta también me gustaría pelear por todo, pero me centro más en el verano y me gustaría mejorar la plata. Para más a futuro, sueño con volver a estar en otros Juegos Olímpicos, estar en Los Ángeles y también mejorar mi quinto puesto y que no sea un cuarto (se ríe). 

—En el Mundial 2023 de Budapest usted fue semifinalista y Adrián Ben terminó cuarto en la final de 800. Mi sensación es que fue la carrera donde realmente vi más frustrado a Adrián porque tengo la sensación que vio muy cerca la medalla. ¿Tiene la misma percepción?

 —Totalmente, sí, sí (sonríe). Estoy contigo. En Tokio (2025) y en Doha (2019) hizo carreras perfectas, corrió desde atrás y lo dio todo. Le dio para ser quinto y sexto, pero en Budapest no falló la táctica, sino que la carrera fue un poco más cerrada y no llegó. Con 10 metros más habría llegado y habría sido bronce. Es la espinita que se le queda porque todos lo veíamos ahí que estaba remontando, remontando y remontando, y como que se echó la línea de meta y no le dio tiempo a llegar a por la medalla.