Guillermo, el lotero atracado en Lugo: «Me tenían encañonado y yo les decía 'tengo hijos, tengo hijos'»

LUGO CIUDAD

ALBERTO LÓPEZ

Esta es la semana en la que más dinero hay en las administraciones, y el lucense tenía cita para ingresar hoy más de 320.000 euros. «Me dijeron que no querían tonterías, que sabían dónde trabajaba, que vendrían a por mí», asegura

04 ene 2024 . Actualizado a las 13:43 h.

Guillermo Rodríguez Rozas se llevó este jueves en Lugo el susto de su vida cuando dos atracadores, a punta de pistola, entraron en la administración de loterías que regenta y se llevaron un botín de 400.000 euros. «Eran las 8.30 de la mañana, generalmente a esta hora no vengo, solo cuando hay que sacar una cantidad importante de dinero de las loterías porque no me gusta sacarlo con la administración abierta», explicaba esta mañana.

A las 9 de la mañana tenía cita en el banco para hacer un ingreso importante, de 230.000 euros. «Se llevaron cerca de 400.000 euros, los 230.000 que tenía que pagar todo, más mi comisión más todo lo que tengo recaudado de Reyes. Esta es la semana que más dinero hay en una administración de lotería, entre lo que te retienen de Navidad y el sorteo de Reyes», contextualiza el lotero.

Su narración del atraco es clara. «En el momento en el que entré, inicié el trámite de abrir las cajas, y como ayer hubo jornada de Liga había que cambiar las quinielas. Salí, cierro, porque lo tenemos por seguridad, y justo en ese momento que estoy cambiando las quinielas me entran dos encapuchados corriendo, pistola en mano, me empujan contra el lector que tenemos allí y me dicen "las llaves, las llaves, y las cajas, las cajas"», recuerda. 

Retraso en la apertura

Como pudo, puesto que temblaba mucho, logró meter la llave en la caja, pero esta tenía un período de retardo de 5 minutos que se hicieron eternos tanto para Guillermo como para los atracadores, que le preguntaban constantemente cuánto faltaba, mientras le encañonaban. 

Cuando al fin se abrió la caja, lo primero que encontraron fue un fajo de billetes que usan para el día a día, unos 6.000 o 7.000 euros. Pero sabían que había otra caja con una llave que abría la otra caja fuerte, en la que estaba el grueso del dinero.  Le ordenaron que se tirase en el suelo y la abrieron. «Mientras uno se encargaba de vaciar el dinero de la caja, creo que otro fue a por el extintor al lado y estuvo conmigo, no sé si con intención de vaciármelo o darme en la cabeza si hacía algo. Cuando acabaron, uno le dijo al otro que me iban a encerrar».

Guillermo, presa del pánico, les dijo que solo quería «que se marchasen lo antes posible». «Tenía miedo de que pensasen que no quería abrir las cajas. Me tenían encañonado y yo solo les decía "tengo hijos, tengo hijos"», reconoce. 

«Me dijeron que no querían tonterías, que sabían dónde trabajaba, que vendrían a por mí»

Al conseguir el botín, lo obligaron a quedarse tumbado en el suelo, pero antes de marcharse le hicieron una advertencia. «Me dijeron que no querían tonterías, que sabían dónde trabajaba, que vendrían a por mí». Le encerraron en la caja fuerte mientras se marchaban con el botín, y ese fue el momento que Guillermo aprovechó para llamar al 092. La policía no tardó más de 3 minutos, y como habían dejado las llaves puestas por fuera, abrieron sin dificultad. 

Durante todo el atraco, que el lotero calcula que duró a lo sumo 8 minutos, «y porque la caja fuerte tardó 5 en abrir», «yo les decía que yo no iba a hacer nada, que iba a facilitarlo todo. Me dijeron que eran colombianos, que venían a por el dinero y que si me portaba bien no harían nada. Cuando no me abría la caja fuerte, yo respiraba muy fuerte y me decían que tranquilo, que volviera a intentarlo». Pero el terror que Guillermo sufrió fue «inmenso», reconoce, ya que «sentía el arma» encañonándole sobre la capucha. De hecho, ni siquiera sabe decir si había solo una pistola o si cada atracador llevaba la suya.

Cuando la policía llegó, tuvo cuidado de no borrar las huellas de las llaves y le pidieron la información que tuviese. Ahora, la prioridad es tramitar la denuncia ante la Policía Nacional para poder activar todos los mecanismos, incluidos los seguros. «Hay un seguro que es obligatorio para las administraciones, ya contactamos con ellos, pero sin la denuncia previa no se puede iniciar nada, el primer paso es la denuncia en la comisaría y luego reclamar las pérdidas». 

Por lo de pronto, esta misma tarde intentará sacar algún dinero en el banco para intentar reabrir la administración.