El cura creador de O Matodoso al que Gea Escolano quiso exiliar

LUGO CIUDAD

Hace once años que este sacerdote suscitó en A Chaira un alzamiento popular ante el obispo de Mondoñedo para evitar su traslado. Hoy atiende seis iglesias de Baralla

20 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

No se considera un cura rebelde, sin embargo cuando hace ahora once años el controvertido obispo de Mondoñedo, José Gea Escolano, le planteó misar con él en O Matodoso, para celebrar los 40 años de creación de la parroquia chairega, se negó. Esta decisión, unida a la polémica que se vivía en el pueblo entre vecinos, cura y dos asociaciones, hizo que Ramón Rodríguez, el sacerdote que se puede decir que creó este núcleo de colonización, tuviera que exiliarse eclesiásticamente. Tuvo que dejar su querido Matodoso y volver a la diócesis de Lugo porque en la de Mondoñedo, Gea no quería verle ni en pintura a pesar de los miles de firmas que los vecinos le enviaron de apoyo al párroco y pidiéndole que lo dejara en paz y, más o menos, que se metiera en sus asuntos.

El obispo se posicionó con las tesis de una asociación y por eso promovió el aniversario meses antes de la fecha real que es la que defiende el cura.

Ramón Rodríguez cambió la chaira por la montaña. Ahora se ocupa de misar sábados y domingos en Pousada, Laxes, Verselos, Cobas, Lebruxo y Val, en el municipio de Baralla. En sus iglesias no hay karaokes, como el que colocó en la de Matodoso, ni tampoco equipos de artes marciales como el que impulsó en la localidad chairega y no es porque don Ramón, como así lo conocen todos sus feligreses, no tenga ganas de hacer cosas porque, pese a sus 72 años, está como un chaval. Lo que ocurre es que en sus parroquias no hay juventud. En algunas, en lo que va de año únicamente hizo un bautizo.

Ramón recuerda satisfecho los éxitos alcanzados por el equipo de artes marciales o los triunfos de un equipo de fútbol que él impulso. Cuenta orgulloso como muchos jóvenes dejaban de ir los sábados a Hermo para preparar los vídeos y las fotos que se exhibían durante las misas dominicales por el karaoke.

Como en sus nuevas parroquias no tenía jóvenes y como es un cura activo con ganas de todo menos de estarse quieto, pensó que lo que hacía falta era una residencia para la tercera edad que pueda tener un centro de día. Se puso manos a la obra, creó una fundación y consiguió que una vecina le regalase unos valiosos terrenos. La residencia, que tiene un presupuesto de cinco millones de euros, está ya siendo una realidad porque su estructura está bastante avanzada.

Otra de las iniciativas a la que anda dándole vueltas es la creación de un museo etnográfico. Dice que hay material suficiente en el municipio que se está abandonado y que hay que conservar. Ya tiene algunas ofertas de materiales para esa futura casa de la historia reciente del municipio.

Ahora que ya sabemos qué fue de este hombre, hay que explicar algunos aspectos de la polémica que vivió en O Matodoso. La creación de una nueva asociación vecinal, la Lecer, supuestamente para hacerle competencia a la de toda la vida, Os Chairegos, la que apoyaba el cura desató la tempestad. La situación llegó a salpicar al sacerdote que tomó parte activa, no en vano fue él el que promovió el asentamiento de colonos en O Matodoso.

Pasado el tiempo hay quien asegura que desde la nueva asociación intentaron que el cura participara en política y, como se negó, empezaron los piques. Éstos llegaron a tales extremos que un sector debió quejarse al obispo Gea Escolano que ya tenía preparado el exilio para don Ramón. Éste, muy listo, pidió trabajo a la diócesis de Lugo, a la que realmente pertenecía. «Non foi Gea quen me quitou do Matodoso. Fun eu quen lle dixo que me marchaba», aclaró.