Así se combate la pesadilla de los soutos: la avispilla

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

BARALLA

ÓSCAR CELA

La batalla biológica no ha hecho más que empezar, después de que se detectara la plaga en el año 2014

13 jun 2018 . Actualizado a las 22:35 h.

En los soutos gallegos soltaron en las últimas semanas 705.000 ejemplares de Torymus Sinensis ?el 40% de ellos en la provincia de Lugo, que produce más de la mitad de la castaña de Galicia- para tratar de combatir la avispilla, que amenaza la producción de este fruto durante los próximos años. ¿En qué medida? Habrá que esperar a comprobar quien gana la batalla biológica. El objetivo es que ambos insectos convivan en equilibrio. Una de las últimas sueltas , de los 13.000 puntos en los que dejaron libre el insecto la realizó la empresa Seaga en un souto con ejemplares de 14 años, pertenecientes a un vecino de Baralla y en presencia de la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez. El frío de la mañana hizo que los ejemplares no salieran de los tubos con prisas.

Los insectos para combatir una plaga que se empezó a notar con la presencia de agallas en los castaños en el año 2014, proceden de Italia. Cada ejemplar, apenas visible, cuesta casi un euro. La demanda de este insecto, que vive de comer las larvas de avispilla y que se asientan en las agallas de los castaños, es tal en Europa que la Xunta solamente ha conseguido adquirir ejemplares por valor de un millón de euros, aunque disponía de un presupuesto de dos millones para esta compra.

cómo actúa

Ataca poniendo huevos en las agallas. Los técnicos sueltan los insectos italianos que llegan en unos tubos pequeños cerca de las agallas (bultos que se ven en los brotes) en las que se encuentran los huevos de la avispilla, esperando la eclosión. La hembra del Torymus pone los huevos en las agallas verdes y se come las larvas que están dentro. Pasa el invierno en las agallas secas, de ahí la importancia de que no se retiren de los árboles porque de ellas saldrán los nuevos soldados para la lucha biológica. Tampoco las agallas verdes porque ha habido sueltas por toda Galicia y ya puede estar actuando el insecto importado de Italia. Los técnicos de Seaga tienen que buscar el momento óptimo para la suelta, que es cuando la hoja del castaño tiene más de tres centímetros y las agallas un pequeño grosor que permita a la hembra traspasarla con su estilete para poner los huevos. En todas las zonas afectadas por la plaga en Galicia las circunstancias óptimas se dan en diferentes momentos. En algunos lugares de la provincia ya se produjo la eclosión. La lucha, de partida, es desigual. Las hembras de Torymus ponen unos 70 huevos, de los que salen hembras y machos. Su antagónico, 120 y son todos hembras, según explicó José Carlos Costas, jefe de servicio de Medio Forestal.

consecuencias

No habrá ayudas para plantaciones. La conselleira de Medio Rural reconoció que los esfuerzos están concentrados en combatir la plaga. Las ayudas para nuevas plantaciones del año pasado no se convocarán este año. El presidente de la IXP explicó que en estos momentos es importante abonar las plantaciones para que los árboles estén fuertes para soportar el ataque de la avispilla, que se están cebando más con los ejemplares que están destinados a madera que aquellos que se dedican a la recogida de frutos. Recordó que hay 500 hectáreas de plantaciones nuevas de castaños.

investigación

Producir Torymus en Galicia. Hay investigaciones en marcha para poder obtener ejemplares para sueltas con origen en Galicia. De momento, según Carlos Costas, no es posible porque el Ministerio de Agricultura no ha liberalizado todavía las sueltas y no se pueden criar estos insectos. El jefe de servicio de Medio Forestal explicó que no existe el riesgo de que el Torumys se extienda sin control. Es un parásito específico que solamente ataca a la avispilla y no a ningún otro insecto. «No hay datos -dijo- de que hibride con otros parasitoides y no ataca a otras agallas que no sean las de la avispilla». Esto supone que ambos se equilibrarán y el Torymus desaparecerá del ecosistema en el momento en el que lo haga la avispilla.

el origen

Una plaga que procede de China. El presidente de la IXP Castaña de Galicia, Jesús Quintá, que insistió en que la invasión está generalizada en toda la comunidad, recordó que los primeros ejemplares de avispilla del castaño están documentados en Japón en los años 50. A Galicia llegaron procedentes de Cataluña, desde donde se extendió a Andalucía y al resto de España. Quintá, que pertenece a la Mesa Europea del Castaño, desde donde llevan siete años advirtiendo de lo que podía ocurrir al Ministerio de Agricultura, reconoció que quedan dos o tres años que definió como «durísimos», hasta que no se establezca un equilibrio entre ambos insectos. ¿Cómo afectará a la producción? Es una incógnita, según el presidente de la IXP, que recuerda que en Italia perdieron en su momento más del 80%. Quintá reconoció que Galicia fue la primera comunidad de Europa en la que actuaron con más celeridad. «Esperemos -dijo- non baixar do 50% da produción en tres ou catro años. Pero haberá que ver como se adapta o Torymus e cómo se equilibra».

recomendaciones

No utilizar insecticidas. Tanto la conselleira, como los técnicos y el propio presidente de la IXP coincidieron en que era fundamental no utilizar insecticidas porque podrían resultar perjudiciales. También recomiendan que no se arranquen los agallas secas porque pueden albergar Torymus, que buscarán agallas en el momento en que vuelvan a brotar y que se avise a los servicios forestales, cuando detecten la presencia de la avispilla para incluir la zona en el mapa y combatir la plaga.

personal

Veintidós personas para las sueltas. En las entre dos y tres semanas en las que se dan las condiciones óptimas para las sueltas, en los soutos estuvieron trabajando 22 personas, pertenecientes a la empresa Seaga, que liberaron los 705.000 insectos. Según Costas, esta cantidad es superior a la del resto de España, de Portugal y de Francia. Para el próximo año esperan poder doblar el número de ejemplares. Los técnicos ahora tienen que realizar un seguimiento en los 13.000 puntos de toda Galicia en los que depositaron insectos.