Cuatro jóvenes de Lugo, a la vanguardia de la arquitectura sostenible en madera: «Queremos que a xente viva mellor»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

A FONSAGRADA

Arriba, Borja Fernández y Laura Izzo. Abajo, de izquierda a derecha, Adrián Rancaño y Daniel Magide
Arriba, Borja Fernández y Laura Izzo. Abajo, de izquierda a derecha, Adrián Rancaño y Daniel Magide cedida

Hace tres años que fundaron el estudio Firm-Arch, con proyectos en toda Galicia, Barcelona o Italia

06 oct 2023 . Actualizado a las 14:02 h.

Daniel, Borja, Adrián, de A Fonsagrada, y Laura, italiana afincada en Galicia, se «tiraron a la piscina» hace tres años para apostar su sueño: dedicarse a la arquitectura de manera libre. Movidos por una firme pasión por su trabajo,en plena pandemia decidieron emprender con un estudio colaborativo, Firm-Arch. Para dos de ellos ya es una dedicación exclusiva, son los responsables de proyectos como el Centro Cultural Forges y se especializaron en construcción en madera. Representan una generación que siempre trabaja en sostenibilidad y comprometida con el entorno en el que actúan: «A figura do arquitecto vai moito máis alá de conseguir papeis, pode ter un gran impacto positivo no lugar».

Los cuatro jóvenes detrás de Firm-Arch, ahora rondan los 28 y 29 años, son arquitectos con unos expedientes de excelencia. Se formaron en universidades de España así como facultades europeas, en Alemania o Italia. Coincidieron en la carrera y en los primeros años de vida laboral —«sempre decimos que levamos traballando xuntos moitos anos»—, pero la pandemia fue el punto de inflexión para decidirse a hacer un proyecto juntos. 

Daniel Magide y Borja Fernández explican que surgió de manera natural, por los puntos en común que tenían los cuatro. Firm-Arch no es un estudio al uso, sino que es una plataforma de varios arquitectos que trabajan de manera colaborativa. En los proyectos más grandes se implican los cuatro y en algunos más pequeños llega con que se encargue uno. Esta colaboración es una dinámica de trabajo común entre las nuevas generaciones de arquitectos. Lo que es una excepción es que profesionales tan jóvenes se lancen a crear su propio estudio. 

Adrián Rancaño y Daniel Magide en la presentación del proyecto del Centro Cultural Forges de A Fonsagrada
Adrián Rancaño y Daniel Magide en la presentación del proyecto del Centro Cultural Forges de A Fonsagrada FOTO MANUEL

Al principio, compaginaban los empleos que ya tenían con los nuevos proyectos en nombre propio, pero ahora Daniel y Borja ya trabajan en Firm-Arch en exclusiva, mientras Adrián Rancaño y Laura Izzo todavía compatibilizan, aunque con vistas a una dedicación completa. Defienden que estaban en edad de arriesgarse y, además, trabajar juntos facilitaba hacer frente a los trámites y requisitos que hay que cumplir cuando se trabaja de manera autónoma, como asegura Rancaño.

Los lucenses tienen dos grandes bloques de actuación. Por una parte, realizan rehabilitaciones, tanto de casas tradicionales como de edificios de los años 70 u 80, y también construyen obra nueva. Por contactos y conocimiento del entorno, cuentan con una gran parte de proyectos en la comarca de A Fonsagrada así como en localidades limítrofes de Asturias. «Foi unha gran sorpresa a cantidade de traballo que hai na montaña, poderían vivir diso un ou dous arquitectos perfectamente», asegura Magide. También ampliaron su labor otras zonas de la provincia, como Outeiro de Rei, Becerreá, los alrededores de la ciudad de Lugo o de la de Santiago. Por su trayectoria más allá de Galicia, también realizaron obras en Barcelona y alguna puntual en Italia, especialmente de la mano de Laura Izzo.

Todos viven en diferentes ciudades de Galicia y no cuentan con una oficina física como tal«É un traballo deslocalizado con proxectos en varios lugares, así que non merece a pena pagar 1.000 euros de aluger nunha gran cidade puidendo vivir aquí». 

Construcción en madera y sostenible

«É un reto moi importante para os arquitectos da nosa xeración que todo sexa sostible, tanto a fase de obra como unha vez que entra en funcionamento». Bajo esta premisa, Firm-Arch trabaja introduciendo la madera como elemento estructural de sus obras. Galicia, precisamente, es el lugar adecuado para hacerlo: «É un privilexio polos recursos que temos e tamén as empresas especializadas, como Maderas Besteiro ou Finsa». Relatan que en un primer momento intentaban incentivar, sobre todo entre particulares, el uso de este material pero ahora ya reciben llamadas de clientes que específicamente quieren una vivienda de madera. 

Más allá de los materiales, los arquitectos no construyen más de lo que se necesita, crean instalaciones que no consuman combustibles fósiles, reducen la cantidad de energía que se consume o empiezan a utilizar elementos industrializados para no tener que depender de muchas entidades y ahorrar montaje. Además, trabajan con recursos y empresas locales. «Os arquitectos están concienciados pero no mundo da construción aínda están nun momento de cambio, é difícil deixar atrás o xeito no que levan traballando dende sempre». Este proceso implica un mayor coste, pero garantiza una mayor calidad.

Esta estrategia la aplican tanto en las rehabilitaciones como en las obras nuevas, de igual manera en el rural, donde tienen una importante carga de trabajo, como en entornos urbanos.  

Compromiso con el entorno

«Queremos adaptar as casas da xente para vivir en mellores condicións e que se rehabilite o patrimonio no mellor escenario posible», defiende Adrián Rancaño. La elección de colaborar con empresas locales y conocer el entorno en el que actúan no es solo sostenibilidad sino también compromiso con el rural de Lugo.

Estos jóvenes arquitectos manifiestan que su figura va mucho más allá de conseguir papeles, ya que se implican en mejorar los lugares donde intervienen para que la gente pueda vivir mejor. «Nun sitio pequeno o impacto dunha obra é moi grande». Por su parte, trabajan con su mejor versión para que ese impacto sea positivo.