En la protectora nos enteramos de que habían atropellado a uno de nuestros perros porque un seguro nos reclamó los daños
03 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Una incidencia ocurrida con uno de nuestros perros de la Protectora de Animales y Plantas de Lugo me da pie para sacar a la luz una forma de proceder a todas luces incorrecta. Me refiero a la forma de actuar por parte de los agentes que intervienen cuando aparece un perro o gato extraviado. Incluso cuando ocurre un accidente y el resultado es un animal herido o muerto en el arcén de una carretera.
La incidencia a la que me refiero es la fuga de dos perros de su casa de acogida en Fazai (Lugo) y aunque en este caso se trata de dos perros de nuestro albergue, está claro que el argumento es válido para cualquier animal identificado con microchip que, como es lógico pensar, no debiera ser muy complicado el hacer llegar a su responsable cualquier incidencia.
El pasado mes de julio nos llevamos una alegría, pues dos de esos perros que se eternizan en los caniles consiguieron salir para una buena casa de acogida. Hablo de los hermanos Cubeiro. Ellos eran los últimos de una camada recogida hace más de seis años. Entraron de cachorros y ya les tocaba una vida fuera de las instalaciones.
Pero la mala suerte hizo que el pasado 29 de Julio, solo tres días después de haber llegado a su nuevo hogar, precisamente en una jornada de fuertes tormentas, los hermanos Cubeiro se escaparon muy asustados y a pesar de estar dos o tres días cerca de su casa de acogida, no fue posible recuperarlos. Se hicieron batidas por la zona, se pegaron carteles, fotos en prensa e incluso los sacamos en la televisión, pero nada, ni rastro.
Tres meses desde su desaparición
Van casi tres meses y aún albergábamos alguna esperanza de que se arrimaran a alguna casa donde los estuvieran alimentando o se buscasen la vida de alguna manera, no sería el primer caso.
Hasta aquí parece solo una historia más, una triste historia de perros como tantas otras, pero ahora viene lo que me parece realmente inaceptable.
Se supone que un perro identificado con microchip, en caso de tener cualquier percance, para bien o para mal, y siempre que se consiga pasarle el lector, parece que lo más lógico y lo que a cualquier persona le saldría es avisar al responsable.
Cuál es nuestra sorpresa cuando hace unos días recibimos una carta de una compañía de seguros reclamando a la Protectora 612,47 € por los daños sufridos por un vehículo que atropelló a un perro identificado con microchip a nombre de Sociedad Protectora de Animales y Plantas y que corresponde a uno de nuestros Cubeiros.
Este atropello se produjo en la carretera de Rábade a Vilalba el día 9 de septiembre, a las 10:30 de la noche, y se levantó un atestado donde se reflejan los datos de conductor, acompañantes, número de microchip del perro… Es más, con fecha 26 de Agosto, dos semanas antes del accidente, se pone en conocimiento de Seprona el extravío de los dos perros comunicando sus correspondientes números de microchip.
Después de recibir la carta realizamos las investigaciones pertinentes, me hago con el atestado, y hablo con Guardia Civil, Conservación de Carreteras y nos enteramos de los pormenores del accidente.
Me resulta difícil pensar que alguien pudiera creer que siendo de una protectora nadie iba a echar de menos a estos desafortunados, porque nada más lejos de la realidad y somos muchos los que sufrimos por estas situaciones.
Es muy triste pensar que nos enteramos de la muerte de Cubeiro 3 porque originó unos daños en un vehículo. Si no fuera por esos daños nunca se sabría nada. Es decir nos da la impresión que se sigue considerando al perro como si fuera una señal de tráfico, un poste, un muro… nada importante, solo un perro…
En fin, creo que alguien no hizo bien su trabajo y si en los protocolos de actuación en casos similares no se tiene claro lo que se debe hacer, me parece que se deberían de tomar las medidas para que esto no se repita.
La situación que se plantea con este caso generalmente implica a Guarda Civil de Tráfico y a Mantenimiento de Carreteras, que son quienes se encargan de intervenir en estas situaciones, por ello apelamos a algún responsable que tome cartas en el asunto y se establezca algún protocolo si es que aún no lo hay
Un lector de microchip no tiene un coste tan elevado y en los tiempos que corren creo que cualquier agente social, policías, guarda civil e incluso los servicios de mantenimiento de carreteras que son los encargados de retirar cadáveres, con atestado y a veces sin atestado, deberían llevar en su equipamiento uno de esos lectores para saber al momento si hay posible identificación o no.
Desde la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Lugo seguiremos insistiendo y sacado a la luz estas situaciones para que se tomen las medidas oportunas y entre todos mejoremos unas cosas que solo requieren más que nada voluntad.
Para finalizar me gustaría volver a hacer una llamada para recordar que el segundo Cubeiro, hermano del fallecido, puede andar por ahí. Debido al tiempo transcurrido no podemos ceñirnos a una zona concreta puesto que el accidentado ya se había movido desde Fazai, carretera de Fonsagrada, a la carretera Rábade-Vilalba. Sé que es buscar una aguja en un pajar pero vuelvo a enviaran las fotos. El fallecido es el de tono más oscuro y aunque el tiempo juega en su contra, si no originó ningún accidente quizás nunca nos enteremos lo que fue de su triste vida.
No nos acostumbremos a ver animales vagando por ahí sin hacer nada. «La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados según la forma en que trata a sus animales» (Mahatma Ghandi).