«Los techos de centeno de las pallozas de Piornedo serán de chapa si no se pone remedio»

PAULA ÁLVAREZ / M. C PIORNEDO / LA VOZ

LUGO

Los vecinos de esta aldea prerromana siguen insistiendo en la necesidad de ayudas públicas para reparar los techos de sus históricas edificaciones

28 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El futuro de las pallozas de Piornedo está en juego. Plásticos y chapas, en lugar de centeno —que sería lo suyo—, cubren ahora los techos de estas arquitecturas prerromanas, mientras los vecinos siguen a la espera de alguna respuesta por parte de la Administración Pública. «Non queremos tapalas con chapa, e moito menos con lonas, pero é que non temos outra solución» confiesan desesperados los vecinos.

Las 16 pallozas que envuelven esta aldea, situada en Os Ancares, están «completamente deterioradas». Especialmente las que rodean al pueblo porque son las menos protegidas del viento, que arranca gran parte de su techo cuando sopla fuerte.

Según cuentan los dueños, llevan sin recibir ayudas públicas para su restauración desde el año 2016, cuando se realizaron intervenciones en alguna de ellas. «Esas ayudas fueron pequeños parches que no solucionan el problema» explica Raúl, hijo de un propietario. «Nosotros no queremos que nos regalen nada —continúa— estamos dispuestos a ayudar con lo que sea. Pero pedimos algún apoyo, que la Xunta nos conceda algún tipo de subvención».

Para los vecinos de Piornedo, el coste de reparar los techos de las pallozas es inasumible, dado que cada uno cuesta alrededor de 50.000 euros, e implica también su posterior mantenimiento: «Necesitamos axuda, por favor. Estamos cansos de esperar, ou as reparamos xa ou morren, as pallozas están enfermas. Tanto que din que hai que conservar o antigo, pois máis antigo ca isto non hai nada», confiesa enfadada, y decepcionada, Victorina. «Fainos moito servizo. Xa a intentamos tapar con xestas pero é imposible» replica por atrás su marido Francisco. Concretamente a ellos les llueve dentro de la palloza, que la utilizan como almacén.

Victorina y Francisco criaron a sus hijas en la palloza, que ahora utilizan como almacén.
Victorina y Francisco criaron a sus hijas en la palloza, que ahora utilizan como almacén. AINHOA GARCIA

Recuerdos de toda una vida

Detrás de cada una de estas construcciones, se esconden vidas diferentes. Algunos de los propietarios, como Victorina, criaron allí a sus hijas, y otros, como Manuel, Celia o Luz, vivieron en ellas 15 años. Los vecinos guardan bonitos recuerdos y por eso insisten tanto en la necesidad de las ayudas públicas «para revertir, antes de que sea tarde, esta situación». «É unha falta de respecto aos antepasados. Para nós teñen un valor incalculable porque son o recordo de toda a nosa vida», manifiestan.

Además, recuerdan que dejar estropear un elemento como este, que es BIC (Bien de Interés Cultural), no solo afecta a Piornedo, sino que «es una pérdida de valor incalculable para todos». Según cuentan, se trata de un monumento único en todo el mundo y muchos de los turistas suben a Piornedo solo para visitarlas. Sin embargo, los vecinos dicen que «marchan decepcionados ao ver que Galicia ten algo tan importante así».

«Agora ou nunca»

Después de muchos años solicitando ayuda, los vecinos denuncian que «non podemos esperar máis, é agora ou nunca. Desde que caian non fai falta que veña ninguén». Dice Raúl señalando los techos que «como alguien no se comprometa, chapas y lonas son el futuro de Piornedo».

 «Cando chove xa prefiro non mirar; para de caer auga fóra e segue dentro»

Celia enseña su palloza con orgullo, pero también con pena «por ver como ten os días contados». Según cuenta, a través del techo entran grandes cantidades de agua que pudren el centeno y penetran al interior. Dice que cuando llueve prefiere no mirar porque «para de chover antes fóra ca dentro».

Una vecina, Celia, muestra la palloza por dentro.
Una vecina, Celia, muestra la palloza por dentro. AINHOA GARCIA

Ahora guarda leña, pero en esa palloza Celia hizo vida con su familia durante varios años: «Os máis novos durmiamos na parte de arriba e o matrimonio na alcoba. E os animais gardábanse na parte de abaixo», recuerda emocionada.

Vender como alternativa

Ernesto, propietario de una de las pallozas, tomó hace poco tiempo una decisión a la que nunca le hubiese gustado llegar. Ante la imposibilidad económica de reparar el techo de su construcción, decidió ponerla a la venta: «Eu non quería, pero e que non me queda outra. Eu non a podo arranxar porque non teño o diñeiro. A ver se hai sorte e alguén se interesa» cuenta, al mismo tiempo que muestra como se está cayendo el techo de centeno de su palloza.

Lo último que quiere Ernesto es ver destruida su antigua casa, donde vivió hasta mediados de los años 90. «Estou disposto a facerlle un contrato a Xunta, dóullela para que a reparen. Solo pido poder entrar de vez en cando. Eu o único que quero é que non caia», confiesa casi entre lágrimas este vecino, que de momento guarda en su palloza herramientas como el tractor o los arados.

La malla de cuatro años no llega para reparar el deterioro actual

Hace cinco años que varios vecinos de Piornedo decidieron fundar la asociación Teitos de Piornedo para defender el futuro de estas arquitecturas. A través de ella, llevan a cabo acciones reivindicativas que visibilizan el mal estado de las pallozas.

Una de esas acciones es la malla, que llevan cuatro años haciendo «de manera simbólica». Los vecinos confiesan que antiguamente eran muchos más —recuerdan alrededor de 100 vecinos, ahora son 16— y había cosechas grandes de centeno. Por eso era posible mantener los techos de las pallozas en buenas condiciones, pero ahora los pocos que quedan son incapaces de asumir todo ese trabajo.

Según cuentan, la malla de los cuatro años anteriores no llega para reparar ni una sola palloza. «Non nos chega nin para empezar. Moitas delas teñen máis de 350 metros cadrados», confiesan desesperados. Sin embargo, la siguen haciendo para demostrar «ás autoridades que estamos dispostos a axudar no que sexa».

Ayudas «insuficientes»

Los propietarios de las pallozas de Piornedo cuentan que esperan recibir en breves una subvención de la Unión Europea dotada con 70.000 euros. Sin embargo, confiesan que «esa cantidad no es suficiente para reparar todos los techos».