Un partido redondo

Millán Gómez LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

12 abr 2022 . Actualizado a las 20:55 h.

El Club Deportivo Lugo alcanzó los 45 puntos, una cifra de puntos difícilmente alcanzable por los cuatro equipos que hoy día cierran la clasificación de Segunda. Por tanto, una salvación virtual a falta de certificarla matemáticamente en alguna de las siete jornadas que restan. Mientras tanto, pelear por alcanzar la complicada empresa de luchar por la promoción, cuya desventaja es de nueve puntos y, sobre todo, ocho equipos intermedios.

Contra el Cartagena, el Lugo generó seguramente más situaciones de gol que el rival. Comenzó dominando con balón, con pausa en la circulación, pero sin apenas profundidad. En la segunda mitad, los lucenses sí crearon en las transiciones. También, tanto en la primera como en la segunda mitad, Jaume Cuéllar tuvo varias opciones de gol donde no decidió correctamente y, quizás, pecó de individualismo. Es un enorme conductor de balón, pero necesita combinar mejor.

El Lugo marcó un gol psicológico. Literalmente, en la última jugada de la primera parte. Tanto de Xavi Torres, su tercero en esta temporada. Gol que viene de un saque de banda, exactamente como el gol del propio Torres contra Las Palmas en Lugo en otoño. Son ya 22 goles a balón parado del Lugo de los 42 marcados en total. De esos 22, son 16 sin contar penaltis y ninguno de los goles ha sido de falta directa. En su día, Hugo Rama estuvo muy cerca de marcas en varios momentos. Carlos Pita sería un lanzador estupendo y un recuerdo muy poco utilizado con los diferentes cuerpos técnicos.

Además, los lucenses corrigieron uno de sus pocos debes en la temporada: ganar partidos donde se adelantan en el marcador. El Lugo no ganó en 12 partidos en los que se puso en ventaja. En este caso, no sufrió en exceso. Cuando tuvo que intervenir, Óscar Whalley fue nuevamente decisivo, especialmente en la primera mitad ante un disparo de Alfredo Ortuño. Whalley es clave en prácticamente cada partido desde el encuentro como local ante el Almería en enero.

Cuarta partido consecutivo como titular y quinto en total del central Alberto Rodríguez, muy mayoritariamente ganador de duelos e impecable en juego aéreo. Sin apenas sufrir a campo abierto o cuando sale de zona, salvo en una jugada al inicio de partido. Mérito del jugador, del entrenador, del bloque y de Mauro Pérez, director deportivo del club, que arriesgó en su decisión fichando a un jugador con solo una temporada de experiencia en Segunda B con 28 para 29 años el pasado verano. Acierto notable, al igual que con Ricard Sánchez, Óscar Whalley y Josep Señé, entre otros.

En la segunda mitad, el Lugo tuvo mejor salida de balón buscando la continuidad que le da al juego José Ángel Carrillo, un delantero referencial y con confianza. Manu Barreiro seguramente sea más técnico, pero Carrillo aporta más movilidad. En otoño de 2019, Carrillo llegó al Lugo y estuvo entrenando durante varias semanas hasta que el Lugo lo inscribió. Fue una apuesta de Eloy Jiménez.

Pablo Clavería sigue creciendo aportando su energía habitual y su capacidad de combinar en espacios reducidos. Un interior puro, que abarca campo y es dinámico. Más un «box to box» que un mediocentro posicional. Hijo de Jesús Clavería, mítico portero de Inter Movistar que le ganó una final de Copa de España al Azkar Lugo en Pamplona en 2005, año de la retirada del propio Jesús Clavería, que recordó sus partidos en Lugo en una entrevista en Radio Galega.

E Iriome se ha sumado con contundencia a la rotación. Desde su titularidad contra el Oviedo, ofreciendo trabajo, despliegue y soluciones con balón. Jugando como segundo delantero, lateralizado en izquierda o en su posición clásica de extremo derecho. Un jugador histórico en Segunda División, pues es el sexto futbolista con más partidos en Segunda (409) y, seguramente, el extremo derecho más importante de la historia del club.

Ahora, visita a Ponferrada. Para el recuerdo, la visita en enero de 2013, en la primera temporada de esta década en Segunda División, cuando el Lugo ganó 0-1 con Carlos Pita con toda la afición del Lugo ocupando un fondo y la mitad de un lateral. O, en la siguiente campaña, cuando los lucenses ganaron 0-2 con goles de Pablo Sánchez y Ernesto Gómez sumando 25 puntos después de 14 jornadas, es decir, un tercio exacto de liga. El Lugo salió aquel día de El Toralín en segunda posición.