Así, paso a paso, es como se borran del mapa grandes edificaciones como O Garañón. Con maquinaria muy específica y de gran envergadura, un equipo de trabajo especializado que puede rondar las 20 personas, y medio año por delante.
lorena garcía calvo
«Estamos xa tendo contacto co administrador concursal. Xa tivemos algunha reunión, pero ese sería outro proceso». Así capeaba la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, la pregunta de cómo se compensaría al promotor de O Garañón, una vez se ha decido crear en la parcela una zona verde que no permitirá edificabilidad alguna, y tras anunciar la hoja de ruta para la demolición del edificio.
Desde que arrancó la pesadilla de las torres de las Costas do Parque, hace más de quince años, el miedo a las indemnizaciones ha sobrevolado permanentemente sobre el asunto. Y no es para menos. En el año 2011 el promotor del edificio, Ricardo Iglesias Paredes, presentó una reclamación de responsabilidad patrimonial ante el Concello en la que estimaba en 26 millones de euros la cantidad que debían compensarle. Una cifra que a día de hoy su abogado, Javier Calvo, sigue considerando justificada.
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