La actividad ferial está organizada por una asociación
18 nov 2020 . Actualizado a las 09:37 h.Si mantener la actividad ferial supone un notable esfuerzo en estos tiempos, más trabajo hace falta en Parga. En esta localidad chairega la feria no está organizada por el Concello, como ocurre en la mayoría de localidades, sino por una entidad privada. La asociación de propietarios del campo de la feria se encarga de los preparativos de los dos certámenes mensuales, algo que en tiempos de coronavirus multiplica los trabajos.
Por un lado, la asociación colocó una cadena en la zona reservada para animales -en Parga abundan el ganado ovino y el porcino-, e instaló piquetas de acero, con cinta entre unas y otras, en la parte reservada a vendedores de quesos y de verduras. También pusieron marcas en el suelo para que los compradores sepan moverse y se pintaron unas zonas donde está ahora prohibida la presencia de vendedores.
El colectivo tiene que estar pendiente de las normas de las consellerías de Medio Rural y de Sanidade y del criterio del Concello de Guitiriz, al que corresponde la autorización. Cuando se pudieron reanudar las ferias tras el parón impuesto por el estado de alarma, solo se autorizó la presencia del 75 % de los vendedores. Además, en las mañanas de domingos de feria, tiene una persona encargada de mantener limpios los aseos. La entidad incluso ha tenido que lidiar con vendedores no habituales que se colocaban donde no podían instalarse. La situación es nueva, ya que antes los puestos se reservaban y cada uno tenía su sitio.
«A feira é agora mesmo algo que dá un traballo enorme», manifestó ayer el presidente de la asociación de propietarios, Xesús Barreiro, que también reconoce que el número de visitantes es menor. «Facer a feira é unha heroicidade», agregó Barreiro.