La instalación, inteligente, tiene capacidad para manejar 5 millones de litros
17 nov 2020 . Actualizado a las 22:33 h.Leche Río continúa mirando al futuro. Desde la semana pasada la planta O Ceao II que la compañía láctea tiene en el polígono lucense cuenta con un nuevo sistema de almacenaje que funciona de forma automática e inteligente y que permite optimizar el proceso de almacenamiento e incrementar su capacidad. La compañía que dirige Carmen Lence invirtió en el sistema cerca de tres millones de euros y su intención es ampliarlo al resto de la zona de aprovisionamiento de la gran nave.
La nueva instalación funciona de la siguiente forma: un operario monta en la carretilla eléctrica un palé de leche recién salida de la línea de envasado y la lleva a la nueva zona de almacenamiento de alta densidad. El almacén inteligente, iluminando la correspondiente fila, le indica en qué altura y en qué fila debe depositar el palé, en función de criterios como pueden ser la marca o la fecha de caducidad. «Hasta ahora era todo manual. Una vez que salían los palés, el responsable de almacén decía dónde había que almacenar la leche. Ahora es un sistema fijo, el almacén controla en todo momento dónde están todas las marcas, todas las fechas de caducidad y todos los palés», explica Jesús García, director de operaciones de la compañía.
El nuevo almacén robotizado de Leche Río tiene capacidad para cinco millones de litros y controla en todo momento dónde está cada palé. Esto permite optimizar todo el proceso. «Es un administrador que gestiona la leche tanto de entrada como de salida. Es el almacén el que sirve el producto a los operarios para su posterior distribución», abunda García.
Mayor competitividad
Una de las ventajas del nuevo sistema es que para el mismo espacio triplica la capacidad de almacenamiento, además de que los propios palés están mejor tratados. «La leche UHT es una leche de larga vida, y en el tema de almacenamiento, contando con mayor capacidad de almacenamiento tenemos mayor capacidad competitiva», describe Jesús García.
Aunque la leche se produce durante todo el año en las explotaciones gallegas, durante el verano bajan tanto la producción como el consumo. Cuando llega el otoño, se recupera. «Tener mayor capacidad de almacenamiento durante el verano supone aumentar nuestra capacidad competitiva», argumenta el director de operaciones de la láctea lucense, que entre sus cuatro centros de producción puede llegar a atesorar hasta 20 millones de litros.
El almacén de O Ceao II tiene una superficie total de 25.000 metros y el nuevo espacio robotizado ocupa un tercio. La intención de Leche Río es afrontar la mecanización de las dos zonas restantes, si bien recuerdan que se trata de una inversión importante.
