¿De verdad se acaban las bolsas de plástico?

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

Tres empresarios explican cómo creen que la normativa incidirá en la cuenta de resultados de su negocio

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los establecimientos comerciales están obligados a cobrar las bolsas de plástico a sus clientes desde el pasado domingo. La mayoría de las distribuidoras ya lo estaban haciendo desde hace tiempo. Gadis y Froiz se incorporaron ayer. Esta decisión ha generado inquietud entre las empresas que fabrican y distribuyen las bolsas y expectativas entre aquellos que están especializados en las de papel. Por esta razón realizamos un chequeo en tres de las que confeccionan estos envases. Una de ellas es Plásticos Arias, cuyo gerente, Eduardo Arias, reconoce que esta compañía, con más de 60 años de existencia, se ha especializado en otras líneas de negocio, como los envases alimentarios de vacío. Las bolsas tipo camisetas constituyen para ellos una producción residual. El otro es Luis López, de Sarriplas, un pequeño fabricante, que gestionan dos hermanos, que tiene dudas sobre el futuro y sobre el descenso en las ventas. Ya está buscando otras salidas, La tercera es Vrio Pack, especializada en las de papel.

Son las empresas de la provincia, junto con Papelera Andina que se dedican a la fabricación de bolsas, tanto de plástico como de papel. Compiten con compañías asentadas en Ourense, Vigo y Carballo.

Luis López, de Sarriplas, cree que la medida afectará muy negativamente a su negocio. Junto a su hermano Miguel confeccionan y distribuyen las bolsas de camiseta en toda la provincia, entre supermercados, carnicerías, fruterías y panaderías. Este empresario, que está a la expectativa de cómo evolucionarán las ventas con la prohibición de no cobrarlas, ya se está preparando para las compostables, elaboradas con patata y maíz.

López, que es consciente de que «haberá que adaptarse» al nuevo modelo, cree que las de plástico seguirán en el mercado precisamente por su precio. Las biodegradables son tres veces más caras que las convencionales. Según explicó, tienen otro problema, su fecha de caducidad. Entre los 8 y los 12 meses empiezan a desintegrarse por lo que no se pueden llenar almacenes.

Eduardo Arias, de Plásticos Arias, reconoció que en su empresa de O Ceao la producción de bolsas de plástico convencionales es residual. «Hace entre 15 y 18 años que optamos por diferenciarnos de la competencia en producto y en calidad», dijo. Esta especialización ha llevado a la compañía lucense a especializarse en envases alimentarios de vacío, en los que son referente en la zona Noroeste. En su cartera de clientes figuran los atuneros gallegos y vascos.

Para Arias el futuro inmediato de las bolsas de plástico «no va a ser tan grave como se dice. Hay que cobrarlas, pero ya hay excepciones como las bolsas de baja presión de menos de 15 micras».

El gerente de Plásticos Arias no está preocupado por la repercusión en su negocio de un posible descenso en las bolsas de tipo camiseta porque la diferenciación de su productos. «Llevamos 60 años trabajando e incrementamos la facturación de forma continua».

Eduardo Vázquez Río, de Vrio Pack, empresa especializada en la fabricación de bolsas de papel, la nueva normativa va a afectar a su negocio «muy poquito». «Realmente esta ley -señaló- pretende que el consumidor no use tantas bolsas de plástico, pero no podemos olvidarnos que para las grandes superficies sigue siendo un gran negocio venderlas». «¿Que va a bajar el consumo? Eso habrá que verlo -señaló- porque la mayor parte de las cadenas de alimentación son consumidoras de plástico y casi ninguna ofrece la opción de decidir entre plástico y papel porque este último no existe». Según el empresario, en Francia el 100% de las bolsas de la fruta ya son de papel. «El consumidor puede elegir y según los datos que manejo, por cada una de plástico el cliente solicita cinco de papel».

Vázquez Río, que asegura que si bien España es uno de los países de la Unión Europea que más papel recicla, no ocurre lo mismo con el plástico. «Este sistema -señaló- no va más allá de beneficiar a las grandes superficies y a los grandes compradores que cobrarán más por las bolsas de lo que les cuestan y harán negocio. Los contribuyentes, sin embargo pagamos por destruirlo cuando deberían ser ellos los que tendrían que hacerlo por cada tonelada que ponen en la calle».

Luis López, de Sarriplas: «Haberá que adaptarse ás novas circunstancias»

Eduardo Arias, de Plásticos Arias: «No va a ser tan grave como se está diciendo»

E. Vázquez, de Vrio Pack: «El sistema no va más allá de beneficiar a grandes superficies»