Adiós a Lestyle, referente en decoración

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El mueble barato engulló al de calidad y obliga a cerrar un comercio puntero

05 mar 2018 . Actualizado a las 13:06 h.

Lestyle, la tienda de muebles referencia en la ciudad, cerrará el próximo día 15, después de 34 años en los que sus piezas, algunas de fábricas como Valentí, de Barcelona; la del valenciano Pepe Martínez o Mariner, entre otras, encontraran acomodo en clientes de toda Galicia. La empresa lucense distribuyó las creaciones de estas prestigiosas marcas, alguna de ellas en exclusiva y de otras muchas con las que trabajó, como complemento de los diseños de Jaime Luis López Arias, arquitecto de interiores y socio. El sello Lestyle perdura en casas particulares, edificios oficiales, multitud de sedes sociales de empresas y de negocios de hostelería.

Lestyle nació en 1984, según recuerda López Arias, para cubrir el hueco que había dejado Muebles La Fama al cerrar, y en un momento económico boyante, en el que estaba de moda el mobiliario clásico, de calidad, que formaba parte de la herencia que se transmitía de generación en generación.

La empresa que fundaron el constructor José Constantino Núñez; el arquitecto de interiores Jaime Luis LópezArias; Enrique José Pulpeiro Fernández y los hermanos Ramón y Manuel Alonso Alonso, de Cafés Candelas, buscaba captar a un tipo de cliente muy especial, con poder adquisitivo y que buscaba asesoramiento para diseñar las diferentes estancias de domicilios y negocios. Por esta razón, según López Arias, no solo se aliaron con los grandes fabricantes de piezas de decoración, sino que montaron su propio taller en O Ceao, con carpinteros, barnizadores y otros expertos para crear piezas exclusivas para adaptarlas a las exigencias de los compradores. Llegaron a tener, según Jaime Luis López, un año de lista de espera.

De lo sobrio a lo ostentoso

Los clientes, con gustos y expectativas diferentes, que encontraban lo más sobrio, lo refinado, o lo ostentoso, llegaban unos de la mano de otros. Desde el año 1984 los tiempos y las economías han ido cambiando paulatinamente. Ahora, 34 años después de la puesta en marcha de este negocio, la tendencia es hacia el mueble barato, que permite renovar la decoración periódicamente, sin remordimientos. Esta tendencia ha llevado a la desaparición a muchos de los fabricantes que trabajaban con esta empresa, muchos de ellos valencianos.

Este cambio de mentalidad, según explicó Jaime Luis López, contrasta con el éxito que han tenido los muebles clásicos en la liquidación de la tienda. «Muchos -explicó- se los llevaron parejas jóvenes porque los vieron, les gustaban y les encajaban, con lo que, cabe pensar que este tipo de mobiliario sigue presente, pero no está al alcance de todos los bolsillos».

La caída de las ventas de los últimos años, por la competencia brutal que ejerce el mueble barato de diseño sueco, sobretodo, ha sido una de las razones que han obligado a la sociedad lucense a tomar la decisión de cerrar la tienda. La otra, la jubilación de Jaime López y de Enrique José Pulpeiro, que era el que se encargaba de la parte comercial. Ninguno de los herederos de los socios fundadores están interesados en seguir, por lo que, están liquidando existencias.

Los inicios

Empezaron en la calle Doctor Gasalla en un bajo de 300 metros cuadrados. La marcha de la empresa exigía una ampliación y se hicieron con otro local en Ramón Montenegro, con el que pretendían llegar a otro tipo de cliente, que buscaba calidad, pero no lujo. Las dos líneas de negocio, a las que se sumaría otra, de oficina, se unificaron más tarde en los 4.000 metros, repartidos en tres plantas, unidas a través de una escalera y un montacargas, que daban a dos calles, Montero Ríos y Rafael de Vega.

A la decoración de estas instalaciones, que son propiedad de la sociedad que está liquidando existencias, dedicó Jaime López diez días completos de encierro para hacer el diseño. «El éxito del negocio consistió en que, además de vender los muebles prestábamos asesoramiento completo al cliente y éramos perfeccionistas en nuestro trabajo», recordó.

Entre la cartera de clientes que tuvo Lestyle en su momento figuran la Cámara de Comercio, cuya fachada también diseñó López Arias y que llamó poderosamente la atención de Manuel Fraga Iribarne, según recuerda. «Yo pensaba que Fraga prefería algo más serio y tradicional -dijo- pero me felicitó. Realmente la decoración era muy llamativa, predominaban los colores rosa palo y gris hielo».

La impronta Lestyle

Los colegios de abogados y de procuradores, las escuelas agrarias de Pedro Murias, en Ribadeo y de Monforte; instalaciones industriales y de construcción como el concesionario BMW, Odegal, Torvar, Ingapan, la APEC, Cafés Candelas, el Club Fluvial, el Jorge I, casas de turismo rural, clínicas, despachos de la universidad, restaurantes, cafés y multitud de pisos y chalés tienen el sello de esta empresa lucense.

Parejas jóvenes aprovecharon los descuentos para comprar muebles clásicos

El diseño de la tienda de 4.000 metros supuso diez días de encierro al arquitecto