Nuria Bouza se proclamó campeona nacional tras debutar con el Aftureding este fin de semana
22 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Llegar y llenar. Nuria Bouza aterrizó en Islandia el lunes de la semana pasada y el domingo ya se alzaba con su primer título. El Aftureding, equipo por el que acaba de fichar, conquistó la Copa nacional tras superar con contundencia las últimas fases del campeonato.
«Eramos las grandes favoritas y el primer set de la semifinal lo iniciamos con muchos nervios, pero en seguida nos repusimos y jugamos a un buen nivel el resto de la copa», valora la jugadora lucense sobre la cita del pasado fin de semana. Disputaron el último partido de la competición copera contra el Neskaupstaður, el conjunto de su prima Valal. Las derrotaron por 3-0.
Reconoce que todavía no ha jugado mucho, «realmente me han fichado para los play offs, que son dentro de dos semanas», explica Bouza, «pero querían que viniera antes para ir adaptándome, entrenando y entrar en competición poco a poco». Apartada de las pistas desde hace prácticamente un año, la jugadora estuvo centrada en el vóley playa. Dice que la adaptación le está resultando «fácil y muy rápida», «en seguida me entendí con la colocadora, que es lo que más suele costar».
La mayor diferencia la encuentra en el balón. «En España se juega con Moltem y aquí es Mikasa, flota más, ni mejor ni peor, diferente», explica. Destaca de las islandesas que «tienen mucho potencial y un físico excelente», aunque si tuviera que resaltar un punto flaco, señala la técnica. «Están fichando entrenadores españoles como Valal y Borja González [la pareja de su prima] o Eduardo Berenguer [su segundo entrenador]. También a muchos italianos, creo que van a dar un salto de calidad gracias a eso», comenta.
Un periplo de seis semanas
Su primera experiencia extrajera empieza de la mejor manera, con título. Los nórdicos la sedujeron con una buena oferta cuando estaba metida de lleno en la modalidad de playa. En un primer momento rechazó la tentativa del Aftureding, pero contraofertaron hasta convertirla en irrechazable. Su prima, Ana María Vidal Bouza, Valal, fue su principal asesora al embarcarse en esta aventura que, en principio, durará seis semanas. Los equipos catalanes en los que estaba entrenando, también le facilitaron el viaje. «Me han dejado irme y cuando vuelva seguiré con ellos», declaró antes de partir.