La guinda de la fiesta fue de nuevo el concurso de baile en el que la práctica totalidad de asistentes demostraron sus habilidades al son de la música de las charangas.
Este certamen no podría llevarse a cabo sin el trabajo de mucha gente, entre la que están los colaboradores. En este caso no faltó el apoyo del centro comercial Carrefour, que aportó bebidas y el menaje, así como el de la empresa Frutas Anabella de la localidad murciana de Abarán, que donó las sabrosas uvas de las que disfrutaron en los postres.
Un año más tampoco faltó a la cita el músico por excelencia de este fiesta, Evaristo de Paredes de Lóuzara, quien con su inseparable saxofón fue nuevamente uno de los grandes animadores.
La jornada concluyó bien entrada la tarde, con mucha pena por parte de los asistentes, quienes ya pensaban en la próxima edición de una fiesta que ya está marcada con letras de oro en el calendario del verano en Samos.