Tras un año y cuatro meses, aproximadamente, el cabo de la Guardia Civil, Armando Lorenzo Torre, detenido en el marco de la operación Carioca, dejó la prisión de Monterroso. Quedó en libertad en las últimas horas de la mañana de ayer después de que fuera depositada una fianza de 20.000 euros en el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital lucense.
Una vez que fue efectuado el ingreso, desde el juzgado receptor del dinero transmitieron un exhorto al Juzgado de Chantada para que ordenase la puesta en libertad del agente.
La jueza impuso a Armando Lorenzo severas medidas. La primera de ellas es que ni tan siquiera podía acudir a su domicilio tras la salida de prisión. Debía dirigirse al lugar que estableciera como residencia fuera de la comunidad gallega a la que no podrá ni entrar en ningún momento mientras no se celebre el juicio. Tiene, además, la prohibición de salir del territorio nacional. De hecho le fue retirado el pasaporte.
Asimismo al guardia civil le impiden que lleve a cabo cualquier comunicación con las mujeres relacionadas con los clubes de alterne que aparecen vinculadas con la operación.
La puesta en libertad se produce como consecuencia de que la prisión provisional tiene unos plazos (se limita a un máximo de dos años) y dado que la instrucción todavía se va a prolongar por más tiempo. La jueza, al parecer, no quería que agotara el plazo máximo en prisión. Además, en numerosas ocasiones, el abogado que defiende al Guardia Civil planteó a la Audiencia Provincial la solicitud de puesta en libertad, sin embargo le fue denegada. Hasta la pasada semana era el único miembro de las fuerzas de seguridad encarcelado. Sin embargo el pasado viernes volvió a ingresar el policía local lucense, José Ramón Vázquez Río.