Terneros con sabor a Os Ancares

Fernanda Follana

LUGO

La unión de nueve familias de Villaverde, en Navia de Suarna, demuestra que producir carne de calidad es rentable en la montaña

26 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«A unión das explotacións familiares mellorou moito as cousas. Pódese vivir ben disto», asegura Alberto López presidente de la S.A.T. (Sociedade Agraria de Transformación) La Capilla, en la aldea naviega de Villaverde, donde nueve de las once casas han sido capaces de romper moldes y juntar sus recursos para crear la mayor explotación de ternera al aire libre en Os Ancares. La Capilla es una sociedad ejemplar que muestra que es posible armonizar progreso, calidad y desarrollo sostenible para obtener una forma de vida en la montaña. Una luz al final del túnel para una comarca cuya demografía continúa mermando mientras no aparecen soluciones efectivas para fijar la población.

El paso del tradicional sistema de explotación familiar al extensivo les ha permitido a los comuneros de Villaverde reunir 150 hectáreas de pastos y unas 300 cabezas de ganado. Además se han creado tres puestos de trabajo que ocupan vecinos del lugar.

Pero no sólo las cifras hacen de La Capilla una sociedad modélica. Un molino de viento y dos paneles solares producen energía limpia para surtir de agua un depósito de 800.000 litros que llega a los prados sin agua. Por otro lado las reses se encuentran en régimen de estabulación libre y se alimentan de forma totalmente natural: de los pastos durante el estío y de la hierba ensilada en los crudos meses invierno en los que no hay hierba en los prados o la nieve cubre la montaña.

Al aire libre

Marifé Pérez, vecina de Villaverde, afirma que tener el ganado así es un orgullo y lamenta que la calidad no se esté pagando en el mercado. «As vacas están diario fóra. Para valorar un xato destes a xente tería que ver como vive dende que nace en libertade ata que o levan: durme, levántase e pace cando lle dá a gana. Dá gusto mirar para eles», asegura con orgullo la ganadera.

Aunque al final las cuentas salen y la explotación suele permitir el reparto de beneficios entre los socios, Alberto López afirma que podrían tener cien cabezas más sin que esto afectase a la calidad de vida del ganado. La legislación sólo permite tener por cada hectárea y media de superficie una UGM (Unidade de Gando Maior), es decir una vaca o algo menos de dos terneras por cada dos campos de fútbol como el Bernabéu. «Este ano tivemos que tirar 500 fardos de herba que nos sobraron. Poderíamos ter máis reses pero perderíamos parte das subvencións, e iso non nos compensa».

El presidente y empleado de la S.A.T. de Navia de Suarna explica el sinsentido de una ley que no se adapta a la realidad de Galica. «Isto non é Castela, aquí os prados producen máis herba», matiza.