Dos directivos del matadero de aves que la empresa Sada tiene en Castro de Ribeiras de Lea fueron absueltos del delito ecológico que les imputaba la fiscalía. Se trata de Sixto Cabañas Hidalgo, director de la planta y José Ónega Seoane, director de producción en el momento de producirse los hechos, en el verano de 2003. Inicialmente la acusación pública les había reclamado dos años de cárcel para cada uno y la inhabilitación para ejercer sus cargos.
La sentencia, de la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Lugo, declara probado que, sobre las nueve menos cuarto del 15 de junio del año 2003, a través del colector de la empresa, fue efectuado un vertido al río Lea. Una patrulla del Seprona tomó tres análisis pero, ante la ausencia de personal de la empresa, no se hizo entrega a ésta de muestra para contraste.
Destaca, que la empresa realizó a posteriori obras correctoras consistentes en tratamiento terciario físico e incorporación de pozos de captación de agua de aporte al matadero. Sada, según el fallo, tiene abierto un expediente sancionador de la Confederación Hidrográfica, así como otros de la Consellería de Medio Ambiente que se encuentran paralizados.
Dice la jueza que no hay pruebas sobre la existencia de culpabilidad de los acusados. «Los vertidos se producen y en el punto de vertido se superan los parámetros establecidos en la autorización administrativa (...) En efecto se han infringido las normas administrativas, aunque no es suficiente», según matiza.
Refleja que de algunas muestras no se ofreció muestra de contraste a la empresa y de otras existe una gran disparidad entre las que hizo el Seprona, las del Laboratorio de Sanidade de Producción Animal y las recogidas por la Guardería Fluvial.
«En ninguno de los casos de vertido se han recogido y analizado muestras del río Rozas, algo que se estima necesario», destaca la jueza en la sentencia en la que aporta otras consideraciones.