«Los padres se involucran en la tarea. En nuestro colegio el servicio de comedor está vigilado por dos profesores una auxiliar contratada por el ayuntamiento y el padre o la madre de alguno de los alumnos», asegura la directora del CEIP Pedrosa Latas de Celeiro. Muchos de los servicios de comedor están coordinados por las Ampas (asociación de madres y padres de alumnos).
No hay castigos
El reproche de «no te levantarás de la mesa hasta que termines todo el plato» parece haber dado paso a una postura más conciliadora. Los responsables de la vigilancia suelen coincidir a la hora de asegurar que no hay castigos, aunque confiesan qeu más de uno se tiene perdido cinco minutos de recreo por no probar bocado. «Lo que pretenden los padres es que se habitúen a comer de todo. Nosotros nos tomamos nuestra labor en el comedor como un aspecto más de la educación en el centro», asegura una vigilante.