La provincia de Lugo es la que va a recibir menos dinero por kilómetro cuadrado de las cuatro gallegas en los presupuestos del 2008. Los 249 millones de euros del próximo año a repartir entre los 9.856 kilómetros de la geografía lucense arroja una inversión de 25.000 euros por kilómetro cuadrado. Sin embargo en la provincia de Pontevedra son 121.000 euros; 105.000 en A Coruña y 42.000 euros por kilómetro en Ourense. Es decir el territorio lucense recibe unos fondos que Coruña o Pontevedra multiplican por cuatro y por cinco. Habida cuenta de que la geografía lucense es la que tiene mayor déficit histórico de desarrollo, y que cada vez se descuelga más de las otras, estos presupuestos van a seguir agrandando las diferencias. El plan de reequilibrio que el presidente Touriño se empeñó en publicitar en los últimos meses es la mejor demostración de que la situación del interior gallego -en particular Lugo y sus zonas montañosas- es penosa.
Tal como el propio presidente explicaba, grandes zonas rurales están muy mal comunicadas por carretera, sin ferrocarril, con escasez de potencia eléctrica, sin teléfono de cable y sin conexión a la red de las nuevas tecnologías. Todo ello implica una gran ausencia de empresas y unas pésimas perspectivas de desarrollo futuro que ya se palpan en un envejecimiento galopante de la población y un despoblamiento de grandes espacios cuyos servicios públicos ya son cada vez más difíciles de mantener.
Esta preocupante situación, que atenta contra el principio equilibrador del estado, no se ve corregida sino agravada con inversiones como la del próximo año para la provincia en la que vota José Blanco. Aunque en el día de ayer no faltaron las duras críticas del PP y otros partidos a los presupuestos, no hay que olvidar que esta situación no nace de un día para otro, sino que la heredaron, perpetuaron y agravaron gobiernos de uno y otro signo desde hace varias décadas.
Por ende, aunque se evite el fastidioso análisis de inversión por territorio para centrarse en el criterio de gasto por persona, la provincia de Lugo también aparece en el penúltimo lugar en el ránking gallego. Los ourensanos (338.671 habitantes) recibirán 903 euros por persona; en A Coruña, 840.512 habitantes, 744 per cápita, y en Lugo 356.595 habitantes, 699 euros. Sólo Pontevedra, con una población de 943.117 se queda a la cola con 578 euros per cápita.
Resulta poco creíble que la Xunta cree conceptos como «plan de reequilibrio» cuando precisamente el estado es el que tiene la responsabilidad del reequilibrio territorial, y los presupuestos anuales de inversión son una de las herramientas más eficaces para ello. Ayer mismo, los presidentes de las diputaciones de Lugo y Ourense también realizaban una declaración conjunta para crear un «plan de desarrollo interior» dirigido sobre todo a la Ribeira Sacra, otra zona ancestralmente aislada.