?o llevaba unos días Antonio Rosón como presidente de la Xunta preautonómica cuando tuvo que pasar por el mal trago de ver cómo la revista Interviú , entonces con una gran tirada, publicaba un reportaje ofensivo para él y para su familia, bajo el significativo títuto «Los Rosón, azote de Galicia». La acusación principal era la actuación de los Rosón (Antonio, su hermano Luis y los primos Fermín, Manuel y Pascual Pérez Rosón) durante la Guerra Civil, involucrándolos en la represión física efectuada en la zona de Becerreá. En realidad, no se aportaba ninguna prueba concluyente por la que se pudiese acusar a Antonio, que había sido jefe de esa comarca, tras el triunfo del alzamiento contra la República. Al trascender el reportaje, incluso dirigentes de partidos de izquierda, como el comunista Santiago Álvarez, manifestaron que no había pruebas para acusaciones de delitos de sangre. Galleguistas como Ramón Piñeiro y García Sabell fueron de opinión semejante. La noticia del secuestro de la revista hizo que el interés morboso de la gente aumentase y el reportaje circuló en miles de fotocopias por aquella Galicia preautonómica.