Xianas, las galletas nacidas junto al Miño que ya están hasta en el Museo Thyssen

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

TABOADA

Nélida Sobrado y Ana Ledo, en el obrador de Taboada del que salen las galletas Xianas
Nélida Sobrado y Ana Ledo, en el obrador de Taboada del que salen las galletas Xianas CARLOS CORTÉS

Un pequeño obrador artesano triunfa con un dulce como los que se hacían en las casas de Xián, en Taboada

05 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ingredientes eran muy básicos. Solo harina, mantequilla, azúcar y huevos. Con eso, dos planchas de hierro y una cocina de leña era con lo que se hacían las galletas que se comían en Xián, la mayor parroquia del municipio de Taboada y una de las que limitan con el río Miño. La tradición de las galletas de Xián ya solo la recordaban los vecinos de más edad cuando hace siete años dos vecinas de Taboada buscaban la manera de reconvertirse laboralmente. En aquel momento nacieron las galletas Xianas, basadas en aquella tradición de repostería simple y popular que había enraizado a orillas del Miño. Hoy elaboran una media de 3.000 galletas al día y las Xianas se pueden encontrar hasta en la tienda del Museo Thyssen de Madrid.

«Puxémonos a facelas no baixo da nosa casa e sen grandes expectativas». Así recuerda los comienzos Nélida Sobrado, que junto con Ana Ledo forma el dúo responsable de la vuelta a la vida de las galletas de Xián. Tan pocas expectativas tenían, que el primer punto de venta en el que se pudo comprar Xianas lo fue por casualidad. Fue la librería Arco Iris, de Taboada, y simplemente porque estaba en un bajo que era propiedad de la familia de Nélida y la gente empezó a ir allí a preguntar por las galletas.

Las galletas Xianas se siguen vendiendo en la librería Arco Iris, pero ahora también es posible encontrarlas en pequeños comercios de de toda Galicia, preferentemente centrados en productos de proximidad y delicatessen, desde principios de este año también en una quincena de tiendas gourmet de El Corte Inglés... y en el Museo Thyssen de Madrid.

En la tienda de ese museo llevan poco más de año y medio. Llegaron llegaron gracias a su participación en el Salón Gourmet del 2021 en Madrid. Ojeadores gastronómicos del museo buscaban productos nuevos para su tienda y repararon en esas peculiares galletas, redondas y aplastadas, con el mapa de Galicia silueteado en una de sus caras y en la otra alguno de los 18 motivos tradicionales gallegos que emplean en las planchas, entre los que hay máscaras del Entroido ourensano, el perfil de las islas Cías y las Ons, la catedral de Santiago, las Burgas, un trisquel o una vieira. Es la materialización gráfica de su lema comercial: «Galiza nunha galleta». Los envases lucen además el sello de calidad Artesanía Alimentaria, creado por la Xunta para darle más valor a los productos del campo y del mar hechos de manera tradicional.

El obrador de las galletas Xianas las produce a una velocidad media de 3.000 al día
El obrador de las galletas Xianas las produce a una velocidad media de 3.000 al día CARLOS CORTÉS

Por la forma y la consistencia con la que salen de las planchas metálicas con las que se hacen, el aspecto de las Xianas puede recordar a unas obleas, pero son más robustas y su color no es blanquecino sino dorado. En todo caso, las similitudes con las obleas son meramente superficiales. El sabor de unas y otras no tiene absolutamente nada que ver.

Humus o limón

Nélida Sobrado y Ana Ledo llegaron a la fórmula básica de las galletas de Xián después de preguntar a los vecinos que las recordaban y de experimentar un poco con las proporciones. «A fariña, a manteiga, o azucre e os ovos eran os ingredientes que había nas casas labregas de hai anos, outros non tiñan», explica Nélida Sobrado. A partir de esa base, ellas fueron probando con algunos añadidos (que no aditivos, porque no llevan ni aditivos ni conservantes), como margarinas, humus o limón. Y tras el éxito de su propuesta, ahora también experimentan con sabores nuevos en dos galletas distintas a las básicas, una con sabor a café y otras con almendras y un acabado de aspecto más rústico. 

Los primeros siete años de las galletas Xianas han servido para demostrar que hay mercado para ellas. La empresa factura en estos momentos unos 120.000 euros anuales y le da empleo a las dos socias fundadoras y a una trabajadora más. Por el momento, el obrador está en el mismo sitio que hace siete años, en el bajo de la casa de Nélida Sobrado. Hasta ahora les llega, aunque el almacén sí se les está empezando a quedar pequeño.

Ni ella ni su socia tenían experiencia previa en la repostería, aunque sí les interesaba todo lo que tenía que ver con la cocina, la restauración o la hostelería. «Eu persoalmente —admite Nélida— nunca pensei que me fose dedicar a isto». En todo caso, no están para nada arrepentidas. Tampoco se marcan metas concretas para ir creciendo. Eso sí, admiten que las expectativas ahora ya son otras, distintas a aquellas más modestas de sus inicios en el 2016. Lo que venga, ya se verá.