El piloto del avión de incendios que había salido de Sober pidió un cambio de ruta por la tormenta antes de que se perdiera el contacto

La Voz OURENSE, MONFORTE

SOBER

Alberto López, Carlos Cortés

La niebla impidió que pudieran utilizarse medios aéreos en la búsqueda, que a media tarde del jueves no había dado resultado

20 oct 2022 . Actualizado a las 22:24 h.

La desaparición de un avión del servicio contraincendios gallego del que nada se sabe desde el mediodía del miércoles tiene en vilo a las fuerzas de seguridad de Ourense y Zamora. Por tierra y por aire se sigue buscando este jueves la aeronave de la que se perdió la pista este miércoles, cuando realizaba un desplazamiento entre Galicia y Córdoba. Según han informado fuentes de la empresa para la que prestaba servicio, a la altura de Salamanca el piloto se puso en contacto con control aéreo para solicitar un cambio de ruta, ya que se había encontrado con una tormenta y le era imposible seguir volando en esas condiciones. Antes de que le informasen de la nueva vía para continuar hacia el destino andaluz, se le perdió la pista. El piloto se llama Santiago Durán, es de origen sevillano y tiene unos treinta años. 

La aeronave, una Trush 710, había partido a mediodía de la base de incendios de la Xunta en Doade, en el concello lucense de Sober, y tenía como destino Córdoba. No estaba realizando tareas de extinción y los últimos datos que emitieron sus equipos de comunicación la sitúan en el concello ourensano de Castrelo do Val, según han indicado fuentes de la Guardia Civil. Las condiciones climáticas adversas motivaron que el piloto y único ocupante de la aeronave, un vecino de Sevilla, pidiera autorización para llegar a su destino bordeando la tormenta pero hay dudas sobre lo que pudo pasar después. Que decidiera regresar a la base o que se perdiera por las malas condiciones del tiempo, podrían explicar que la última señal del avión lo situara entre Ourense y Zamora, si bien esto es algo sobre lo que las autoridades no se han pronunciado.

Este jueves se ha instalado un puesto de mando avanzado en la localidad de A Gudiña y desde ahí se coordinan las labores de búsqueda, que también se centran en la zona de Piornedo, en Castrelo do Val, por ser ahí donde se perdió el contacto de la aeronave, según el repetidor aéreo.

Hasta ese punto se han trasladado autoridades de Ourense y Castilla y León, que siguen minuto a minuto los avances en la búsqueda. «Por los datos que tenemos en estos momentos cabe la posibilidad de que pudiera estar en el triángulo formado entre las provincias de Ourense, Zamora y León», explicaba a media mañana el subdelegado del gobierno zamorano, Ángel Blanco. Su homólogo ourensano, Emilio González Afonso, precisaba horas después que la búsqueda se centra en la zona fronteriza entre Ourense y Zamora, informando además de que se ha pedido la colaboración de la Guardia Nacional Republicana, de Portugal, ya que no se descarta que la nave pudiera encontrase por la zona norte del país vecino. «É unha zona escarpada, montañosa», ha insistido Afonso en relación con las dificultades que está suponiendo la búsqueda. Tampoco el tiempo ayuda y, de hecho, el helicóptero de la Guardia Civil que durante esta mañana ha estado sobrevolando la zona delimitada dentro de la provincia de Ourense, ha tenido que regresar a la base debido a la niebla. En total, son una veintena las patrullas tanto de seguridad ciudadana como del Seprona, de Ourense y Zamora, las que buscan el avión, apoyadas por otros doce vehículos de Medio Rural, que se centran en el área más montañosa. Asimismo, se están utilizando drones y según adelantó el subdelegado ourensano la Xunta tiene previsto que se sume al dispositivo uno de sus helicóptero de rescate. «Ahora lo importante es localizar al avión y al piloto, luego ya se verá qué fue lo que pasó», ha insistido desde ese mismo punto el teniente coronel de la Benemérita en Ourense, Rafael López Pinel, sin entrar a valorar en detalles relacionados con las circunstancias del suceso. 

Puesto de mando de A Gudiña, desde el que se coordina la búsqueda del avión
Puesto de mando de A Gudiña, desde el que se coordina la búsqueda del avión

Una autorización judicial ha permitido rastrear la señal del móvil del piloto y este dato lo sitúa por última vez en un repetidor de telefonía situado entre  los municipios de Camarzana de Tera y Rio Negro del Puente, en Zamora. A ese dato se agarran ahora quienes se encargan de coordinar la búsqueda, ya que se cree que la última señal emitida por el avión, que lo situaba en Castrelo do Val, pudo no ser correcta. De cualquier forma, a medida que pasen las horas y no haya resultados, se irá ampliando tanto el radio de búsqueda como el dispositivo, explicó González Afonso. A última hora de la tarde, el subdelegado del Gobierno de Ourense reconoció que la búsqueda realizada no había dado resultado y que había estado muy condicionada por las condiciones meteorológicas. No fue posible apenas el uso de medios aéreos, que confían en que puedan ser utilizados a partir de este viernes. Durante esta jornada, la búsqueda se centró en la vertiente gallega hasta la frontera con Portugal y también en localidades limítrofes con Zamora, como es el caso de Lubián, Hermosende o la Canda. A última hora de este jueves, la familia del piloto desaparecido llegaba al puesto de mando avanzado.

La empresa Plysa ha informado a través de un comunicado de que la aeronave estaba realizando un traslado que partió de Galicia a las 11.35 de la mañana del miércoles. Voló 55 minutos, ya que el último contato con el piloto, que lleva varios años en la empresa y acumula muchas horas de vuelo, se realizó a las 12.30. «La preocupación máxima ahora es localizar al piloto y atender a sus familiares», explican desde la compañía.

La cobertura de aviones contraincendios con base en Doade (Sober) está adjudicada por la Xunta a la empresa Plysa, una filial de Air Nostrum que tiene su sede en Valencia. La base continúa operativa en estos momentos, aunque la temporada alta de riesgo de incendio ya ha pasado. En estas instalaciones, situadas a diez kilómetros del casco urbano de Monforte, estaban operativos hasta ahora dos aviones, atendidos con una plantilla formada por tres pilotos, que se hacían cargo de los aparatos por turnos de forma que estuviesen operativos las 24 horas.

La plantilla de pilotos de Plysa en esta base contraincendios de Sober está formada por personal experimentado que no se dedica únicamente a trabajar durante el verano en la extinción de incendios forestales. Estos pilotos permanecen todo el año en activo en otras comunidades autónomas y, en ocasiones, también en otros países, empleados habitualmente en fumigaciones agrarias o forestales.

La plantilla de Plysa está formada en su práctica totalidad por aviadores españoles, procedentes en su mayoría de Valencia, Andalucía, Cataluña y las dos Castillas.

Lo habitual hasta hace unos años es que la tripulación de los helicópteros y los aviones contraincendios que actuaban en Galicia fuese procedente de los países del este de Europa, sobre todo de Polonia. Por ejemplo, era polaco el piloto que sufrió el último accidente registrado hasta ahora en esta base de Sober. Ocurrió el 16 de julio del 2015, cuando un avión Dromader PZL M18 B se se salió de la pista después de que su ala izquierda chocase contra un terraplén en plena carrera de despegue. Salía a colaborar en la extinción de un incendio en el vecino municipio de Pantón. El único ocupante del aparato siniestrado salió ileso de aquel accidente.

También tenía su base en esta parroquia de Sober el avión que el 2 de octubre 2011 se estrelló en Monterrei, en un accidente que costó la vida a un piloto. Era también un Dromader del mismo modelo que el del siniestro sin víctimas del 2015. En Monterrrei fue también donde el 5 de agosto del 2005 murió otro piloto al chocar su aparato contra las ramas de un árbol. De nuevo, la base de aquel avión era Doade.