El georradar buscará en A Pobra do Brollón una antigua aldea desaparecida

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

A POBRA DO BROLLÓN

Al fondo de la imagen, el terreno donde se realizará un sondeo con georradar en busca de vestigios de la antigua iglesia de Cereixa y la aldea de Sobrado. En primer término, escorias de hierro halladas en la zona que pueden proceder del núcleo desaparecido
Al fondo de la imagen, el terreno donde se realizará un sondeo con georradar en busca de vestigios de la antigua iglesia de Cereixa y la aldea de Sobrado. En primer término, escorias de hierro halladas en la zona que pueden proceder del núcleo desaparecido CEDIDA

La ubicación del núcleo de Sobrado se conoce por documentos y por tradición oral

12 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Para el mes próximo está previsto llevar a cabo en el municipio de A Pobra do Brollón un sondeo con georradar que tendrá por objetivo detectar en el subsuelo los restos de la antigua iglesia parroquial de Cereixa y de una aldea desaparecida que llevó el nombre de Sobrado. La prospección forma parte de una serie de investigaciones arqueológicas encuadradas en los actos conmemorativos del bicentenario del antiguo municipio de Cereixa, que promueve la asociación vecinal de la parroquia. En la actualidad apenas quedan restos materiales de la iglesia y de la aldea, pero su posible ubicación se conoce gracias a algunos documentos históricos y a la tradición oral.

El arqueólogo Xurxo Ayán, que dirigirá los trabajos, señala que el antiguo templo existió al menos desde el siglo XIII hasta 1802, año en que empezó a construirse la actual iglesia de la parroquia. Según testimonios recogidos entre los vecinos, la iglesia antigua se hallaba en el barrio de A Ponte, cerca del río Saa. Pero un documento de 1595 -que se conoce gracias a una copia realizada en 1741 y conservada en el Archivo Histórico Nacional-, muestra que el barrio de A Ponte aún no existía como tal en esa época y que en su lugar había dos pequeñas aldeas denominadas Sobrado y Corbal. «Por esa zona pasaba un camiño que levaba á igrexa e tamén un camiño real que é citado unha vez na documentación histórica como ‘camiño francés', o que indica que por alí pasaban peregrinos», dice Ayán.

En la investigación realizada para determinar la ubicación de la iglesia y la aldea desaparecidas se llegó a la conclusión de que debían de estar en lo que ahora es un terreno de propiedad particular. En la zona quedan algunos restos de un viejo muro que probablemente sirvió para delimitar los terrenos pertenecientes a la iglesia.

Restos de habitaciones

Los promotores de la investigación esperan que los sondeos con georradar permitan localizar los cimientos de la antigua iglesia y quizá también la ubicación del cementerio parroquial que estaba junto a ella. «Se temos sorte, talvez consigamos detectar tamén restos de habitacións do que foi a aldea de Sobrado, que seguramente estaba nesa mesma zona», apunta Xurxo Ayán.

Escorias de hierro que pueden proceder de la vieja población

En los terrenos del barrio de A Ponte donde se efectuarán sondeos con georradar, los vecinos encontraron en su día una serie de escorias de hierro que en opinión de los investigadores pueden proceder de la desaparecida aldea de Sobrado. Estos vestigios, según indica Ayán, presentan un gran parecido con otras escorias de hierro encontradas en el castro de San Lourenzo de Cereixa, donde se realizan desde hace años unas excavaciones arqueológicas en las que se descubrieron un cementerio medieval y una población de la época castreña.

La presencia de estos rastros de actividades metalúrgicas en diferentes puntos de la parroquia, dice asimismo Ayán, resulta especialmente interesante, ya que en Cereixa no existe ningún yacimiento de hierro. Las investigaciones que se realizan en el castro de San Lourenzo y las que está previsto llevar a cabo en el barrio de A Ponte -agrega- quizá ayuden a determinar la procedencia del hierro y a reconstruir la historia de la metalurgia local. El arqueólogo indica que las escorias halladas en Cereixa pueden provenir de las antiguas minas de hierro de A Veneira de Roques, una localidad de la parroquia de Ferreiros.

Tres intervenciones arqueológicas previstas entre el 12 de julio y el 12 de agosto

Los sondeos con georradar que se realizarán en el barrio de A Ponte constituyen la primera de las tres actuaciones arqueológicas que están programadas para este verano en la parroquia de Cereixa, que se desarrollarán entre el 12 de julio y el 12 de agosto. Las prospecciones en el subsuelo, según estiman los responsables, durarán en torno a tres días.

Después de esta intervención se llevará a cabo una operación de desbroce y acondicionamiento de las ruinas de la aldea de Lamas -en una zona que hoy pertenece a la parroquia de Chavaga, en Monforte- que se cree que pudo desaparecer hace un siglo a consecuencia de la pandemia conocida como gripe española. En este lugar está previsto realizar además un pequeño sondeo arqueológico en torno a un antiguo mojón o marco de piedra que antiguamente marcó el límite entre las dos parroquias y los dos municipios.

Excavación en el castro

La tercera intervención consistirá en una nueva campaña de excavaciones arqueológicas en el castro de San Lourenzo que se llevará a cabo con el apoyo de un campamento juvenil de trabajo concedido por la Xunta. Las actividades programadas dentro del bicentenario del municipio de Cereixa -que cuentan con el apoyo de la Diputación- comprenderán además la celebración de la romería de San Lourenzo, que fue recuperada en el 2016 después de un largo período de abandono. El festejo se ha celebrado desde entonces cada año en el castro de Cereixa, con la excepción del 2020, en el que hubo que cancelarlo a causa de la pandemia. La nueva edición de la romería estará prevista para el 10 de agosto.