Y es que seguro que reviven aquellos tiempos en los que cambiaban los cromos de Santillana, Quini, Joaquín, Pardeza, Landaburu, Messi y Ronaldo, entre otros. «Con esta iniciativa queremos homenajear a futbolistas, entrenadores y delegados por su entrega y por lo que representan para un club como el Calasancio, con una tradición de base importante», añade Sandra Rodríguez.
Estos cromos pueden tener un valor importante en el coleccionismo en el futuro. Quién sabe si alguno de los futbolistas que ahora están en la entidad estudiantil dan el salto a la élite. ¿Cuánto se pagaría ahora por un cromo de Maradona o de Johan Cruyff?.