Buscan mecenas para la biodiversidad de la Devesa da Rogueira

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

El bosque de la Devesa da Rogueira se extiende por las faldas del monte Formigueiros
El bosque de la Devesa da Rogueira se extiende por las faldas del monte Formigueiros CARLOS RUEDA

El bosque de O Courel es el primero de la Península que recibe un certificado de servicios ecosistémicos por su valor ambiental

29 ene 2020 . Actualizado a las 15:00 h.

La Devesa da Rogueira es el primer bosque de la península Ibérica que cuenta con un certificado de servicios ecosistémicos, un sello de ámbito internacional que acredita que su conservación ayuda al mantenimiento de la biodiversidad y tiene un efecto beneficioso para el medio ambiente y la sociedad. El certificado, reconocido por los gobiernos central y autonómico, fue concedido a la comunidad de montes vecinales de Rogueira y Cabana -propietaria del célebre bosque de O Courel- y deberá renovarse cada año mediante una auditoría.

El proceso de tramitación de este sello fue realizado de forma desinteresada por la consultora forestal Asefor. Manuel Beiro, uno de los responsables de la firma, señala que la obtención de este certificado «é o recoñecemento dun servizo que a comunidade de propietarios do bosque está ofrecendo á sociedade sen recibir ningunha compensación económica». La comunidad de montes -continúa Beiro-, solo utiliza una pequeña parte de los terrenos de la Devesa da Rogueira como pasto para el ganado. «As actividades que se poden realizar nesa zona están restrinxidas polo feito de pertencer á Rede Natura e os donos non obteñen ningún outro beneficio», explica. «Ademais de contribuir á defensa da bioversidade conservando un bosque que é unha reserva botánica de enorme valor, os propietarios permiten que o lugar sexa visitado gratuitamente en vez de pechalo por completo e cobrar unha entrada por velo, algo que poderían facer se quixesen», agrega.

Apoyo económico

Pero el certificado no supone solo un premio o un reconocimiento moral, indica por otro lado Manuel Beiro, ya que se pretende que ayude a la comunidad de propietarios del bosque a obtener una compensación económica por su labor. «O que hai que facer agora é buscar o que se pode chamar ‘compradores’ deste servizo, é dicir, buscar o apoio de empresas privadas e fundacións para que contribúan con doazóns económicas aos traballos de xestión e conservación do bosque», señala. «A empresas que presten axuda poderán facelo constar na súa publicidade e utilizar o selo que acredita o certificado de servizos ecosistémicos», añade.

Para obtener este sello es preciso pasar por una auditoría a cargo de una empresa especializada, que en el caso de la Devesa da Rogueira fue una firma estadounidense. El certificado es conocido por las siglas FSC, iniciales en inglés del Forest Stewardship Council o Consejo de Administración Forestal, una organización no gubernamental que tiene su sede europea en la ciudad alemana de Bonn.

Los certificados FSC pueden ser concedidos por cinco tipos diferentes de ayuda a la conservación de los ecosistemas: mantenimiento de la biodiversidad, cuidado de las aguas, protección de los suelos contra la erosión, fijación del dióxido de carbono y servicios recreativos de acercamiento a la naturaleza para la ciudadanía. El que fue otorgado a la Devesa da Rogueira no es solo el primero que se concede a la conservación de la biodiversidad de un bosque en el territorio ibérico, sino también uno de los primeros de Europa. Los técnicos de Asefor solo conocen el precedente de un bosque de Italia -en la región de Lombardía- al que fue otorgado recientemente este distintivo.

«Un fito histórico para o mundo forestal galego»

La tramitación de un certificado FSC para la Devesa da Rogueira se planteó a raíz de la necesidad de elaborar un plan de ordenación para el monte comunal de Rogueira. «É unha iniciativa que xurdiu un pouco por casualidade, porque na nosa empresa hai xente que ten contacto coa comunidade de propietarios, e propuxémoslles intentar conseguir este certificado ao mesmo tempo que se preparaba o plan de ordenación», explica Manuel Beiro.

Los reponsables de Asefor consideran la concesión de este sello como «un fito histórico para o mundo forestal galego». La iniciativa, a su juicio, puede servir de ejemplo para que otras comunidades de montes de Galicia consigan este tipo de certificados por su papel medioambiental y obtengan ayudas económicas. «Trátase de abrir o melón para que haxa máis fontes de ingresos no rural», dice Beiro, quien señala además que la posesión de este certificado suma puntos a la hora de solicitar subvenciones a la Xunta.

 

Una gestión adecuada

La consultora Asefor señala que los miembros de la comunidad de montes de Rogueira son conscientes del valor ambiental de este bosque y que desde hace tiempo realizan una gestión compatible con la conservación de la biodiversidad de este espacio. A la derecha, vacas de un rebaño de raza asturiana de montaña que fue creado hace pocos años por los propietarios del bosque para mantener sus alrededores limpios de maleza y reducir el riesgo de incendios